Catastróficas consecuencias han dejado las fuertes lluvias en el sur de Brasil, con el saldo de 56 personas que todavía continúan desaparecidas, además de 169 personas muertas y 800 heridas. 

Las autoridades brasileñas informaron este lunes de que continúan la búsqueda de 56 personas desaparecidas después de las torrenciales lluvias que se registran desde hace un mes desde Río Grande del Sur. Los estragos se han sentido en casi la totalidad del estado.

Defensa Civil de Río Grande del Sur confirmó que son 169 los muertos, y al menos 800 personas heridas, como consecuencia de las precipitaciones que han provocado que el Gobierno de Brasil decretara el estado de emergencia en la región, que desde 1941 no había sufrido afectaciones de esta envergadura.

Estiman que alrededor de 2,3 millones de personas se han visto afectadas por las lluvias, de las cuales 581.000 han tenido que ser reubicadas, mientras que otras 55.000 han perdido sus hogares.

Más de 100.000 personas se encuentran afectadas por los cortes de electricidad, y casi un centenar de carreteras o vías de acceso quedaron inutilizadas.

El gobernador de Río Grande del Sur, Eduardo Leite, informó a través de su cuenta en X este domingo, que terminó la jornada de inspecciones en el interior de Bento Gonçalves, en la localidad de Faria Lemos, que sufrió mucho por inundaciones y deslizamientos de tierra.

Además, comunicó que visitó el Puesto de Mando y el Centro de Riesgo Geológico instalado en el gimnasio comunitario. Subrayó que los profesionales que allí laboran están realizando una labor muy importante en la búsqueda de personas desaparecidas, en la evaluación de los daños que afectaron la zona rural de la ciudad y en el seguimiento de las laderas de los cerros que aún están en riesgo de derrumbe.

“También revisé los daños a lo largo de ERS-431 y los trabajos de limpieza y reconstrucción. Tenemos más de R$ 100 millones del Estado puestos a disposición de los municipios en horas máquina para ayudar a restablecer las conexiones y para soluciones de emergencia en los cruces donde los puentes fueron arrasados. Hay mucho por hacer, pero estaremos juntos en todos los frentes”, añadió.

Las precipitaciones no han cesado desde hace un mes, por lo que el nivel de agua de ríos y embalses no ha disminuido. Asimismo, está previsto que para esta semana se forme un ciclón extratropical en la costa del sur de Brasil.

En aquellas zonas en donde el nivel del agua ha bajado, como es el caso de algunas partes de Porto Alegre, la capital del estado, los servicios de limpieza se han topado con grandes cantidades de basura, animales muertos y todo tipo de inmundicias, lo que provocado un aumento de los riesgos de contraer enfermedades.

En semanas pasadas, parte de la capital Porto Alegre permaneció a oscuras y sin agua, tras los aguaceros, por lo que también el ayuntamiento de la ciudad tuvo que interrumpir las operaciones de rescate de personas que han quedado varadas, reseñó la BBC. 

Las lluvias también arrasaron con la economía del territorio que se considera agropecuario. Algunos especialistas apuntan que la reconstrucción de la capital regional podría tomar un año, aproximadamente.