Cuatro personas murieron, entre ellos dos policías, y por lo menos siete resultaron heridas este lunes en diferentes ataques de las disidencias de la extinta guerrilla FARC en el suroeste de Colombia, informaron las autoridades.
Los rebeldes del llamado Estado Mayor Central (EMC), que se negaron a acogerse al acuerdo de paz de 2016, atacaron con disparos y cilindros bomba un banco y una estación de policía en Morales, en el departamento del Cauca, aseguró en una rueda de prensa el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
Dos uniformados y dos presos del centro policial murieron, mientras que tres uniformados sufrieron heridas, aunque se encuentran “fuera de peligro”, añadió el funcionario, que calificó el ataque como un “atentado terrorista”.
El director de la policía, el general William Salamanca, aseguró que desplegó una operación por la presencia de más explosivos en las calles de Morales. Por su parte, el ejército envió 100 soldados a esa población.
Estación de policía quedó destruida
Un reportero de la AFP observó la estación de policía destruida con múltiples impactos de bala, imágenes que recuerdan las letales incursiones de las extintas FARC en la década de los años 90.
“Fueron como dos horas de angustia“, dijo a la AFP una habitante de Morales, que prefirió no dar su nombre.
El ministro se trasladó por pedido del presidente Gustavo Petro a Popayán, capital del Cauca, e informó de otros “hostigamientos” de los guerrilleros en los municipios de Dagua, Suárez y Jambaló. Más temprano, la gobernación del departamento reportó ataques en Silvia.
Petro calificó de “inaceptable la situación en el Cauca“: “No toleraremos que se siga atemorizando a la población con atentados terroristas”, escribió el mandatario izquierdista en la red social X.
También en el vecino departamento del Valle del Cauca una motocicleta cargada con explosivos estalló, lo que dejó cuatro heridos, incluidos tres menores de edad.
En Cauca y Valle del Cauca operan frentes comandados por alias Iván Mordisco, quien hasta abril se pensaba que era el líder absoluto del EMC, pero el gobierno lo apartó del proceso de paz que inició a finales de 2023.
Petro continuó negociando con otros cabecillas, que presuntamente agrupan a la mitad de los 3.500 combatientes del EMC, e inició una ofensiva contra las fuerzas de Mordisco.