El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se refirió por medio de las redes sociales al levantamiento armado que fue orquestado por una coalición de bandas contra el Palacio Nacional de Haití.
Tras esto manifestó: “Podemos arreglarlo” e instó a la Organización de las Naciones Unidas a autorizar un plan de acción, para frenar la ola de violencia sin precedentes que se desató en el país caribeño.
El mandatario salvadoreño a través de su cuenta oficial de X, ex Twitter, sostuvo que “es posible ‘aniquilar’ a las bandas haitianas. Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y el consentimiento del país anfitrión”.
Los funcionarios que integran el gabinete del joven líder centroamericano afirman que su territorio se ha convertido en la nación más segura del Hemisferio Occidental, gracias a la implementación de un régimen de excepción enfocado en la “la guerra contra las pandillas”.
El caos social en Haití es alarmante y desde el gobierno caribeño han decretado la “emergencia humanitaria”.
Esto ocurre ya que los incesantes enfrentamientos desencadenaron una grave escasez de alimentos, agua, combustible y atención médica, contexto en el que la población se resguarda como puede y el primer ministro, Ariel Henry escapó a Puerto Rico tras la escalada de los ataques.
El vicepresidente electo de El Salvador y principal compañero de Nayib Bukele en el Poder Ejecutivo, Félix Ulloa, enfatizó que “es hora de pasar a la acción”.
“Ha habido muchos discursos, muchos acuerdos, muchas resoluciones sobre el caso haitiano, pero hay que ir sobre el terreno. El Salvador está listo para enviar una misión inmediatamente se terminen los acuerdos diplomáticos”, agregó.
Bukele recuerda la “realidad salvadoreña” con la crisis actual en Haití
A medida que la situación de seguridad se deteriora, la inseguridad alimentaria se agrava.
Cerca de 1.000.000 de los 11 millones de haitianos están al borde de la hambruna.
Unos 350.000 de ellos se han visto obligados a huir de sus hogares, viviendo en la calle, en tiendas de campaña o en escuelas superpobladas, mientras las bandas invaden sus barrios, según reveló la ONU.
Nayib Bukele reaccionó a un vídeo en el que supuestamente se observa al miembro de una banda en Haití comiendo restos humanos, en imágenes sin datar y que podrían tener varios meses.
“Vimos imágenes similares en El Salvador hace unos años. Pandillas bañándose con los cráneos de sus víctimas”, referenció Bukele.
Todo lo anterior, mientras veía de manera explícita cómo retiraban de una hoguera callejera la pierna quemada de una víctima y le arrancaban trozos de carne.
“Todos los ‘expertos’ dijeron que no podían ser derrotados, porquer eran una ‘parte intrínseca de nuestra sociedad’. Ellos estaban equivocados. Los aniquilamos, lo mismo deber hacerse en Haití”, posteó Bukele.
La mayoría de la población solo sale de sus casas para realizar tareas esenciales, como ir al banco o comprar comida y agua, aprovechando las treguas de la violencia para abastecerse.
La comunidad internacional se enfrenta al desafío de encontrar una solución pacífica que ponga fin a la violencia y permita el acceso humanitario a la población. Los suministros de sangre y oxígeno se están agotando.