Con apenas el 74% de los votos escrutados el resultado ya estaba decidido: Chile rechazó este domingo la segunda propuesta de nueva Constitución, y el resto del mundo mantuvo los ojos puestos sobre nosotros.
Junto con todo esto además es importante dejar en claro que hoy se decidió mantener la carta magna actual, heredada de la dictadura militar (Pinochet) y ampliamente reformada en democracia (Lagos).
La opción de aprobar el nuevo texto, redactado por un Consejo Constitucional en el que la derecha y la ultraderecha tenían mayoría, obtuvo el 44,5% de los votos.
Con este resultado, se cierra al menos durante la presidencia de Boric el debate constitucional, ya que el mandatario progresista ya ha dicho que no impulsará un tercer proceso constituyente.
La prensa internacional estuvo presente a lo largo de este proceso, dejando en claro la “apatía” que siente un gran porcentaje de los chilenos que se vieron obligados a participar.
“El final del camino estaba en el inicio: Chile volvió a rechazar este domingo la propuesta de una nueva Constitución y ratificó así la sancionada por el dictador Augusto Pinochet en 1980, reformada por el socialdemócrata Ricardo Lagos en 2005″, reza la portada de El Mundo.
“El resultado desnuda una acumulación de fracasos”, enfatiza el medio internacional.
Chile: “La izquierda defendiendo la Constitución de Pinochet”
Recordemos que este segundo intento por tener una carta magna nación junto con la idea de cambiar la que instauró en 1980 la dictadura de Pinochet.
Esto, luego de que en 2022 una contundente mayoría rechazó en otro plebiscito un proyecto escrito por una convención de mayoría izquierdista que proponía un profundo cambio en el modelo de país.
“La votación se produjo en medio de un hastío generalizado de la ciudadanía y un año después de que los chilenos rechazaran con un 62% de los votos otro proyecto”, dice Clarín.
Y siguen: “ese documento fue entonces redactado por una constituyente con mayoría de izquierdas, que muchos calificaron como una de las iniciativas constitucionales más progresistas del mundo.
“Por este motivo no dejaba de ser paradójico que fuera la izquierda y el oficialismo la que promoviera mantener vigente la Constitución legada por Augusto Pinochet, reformada hasta en 70 ocasiones”, sentencian.
De vuelta al punto de partida
Uno de los mayores elementos que genera confusión en el extranjero es que se haya rechazado una segunda propuesta, teniendo en consideración el origen de todo el proceso.
“Tras cuatro años de proceso constituyente (…) Chile vuelve al mismo punto de noviembre de 2019, cuando el mundo político ofreció a la sociedad cambiar la Constitución para superar el estallido social por la vía institucional”, sentencia El País.
“El país sudamericano bate el récord de echar abajo dos propuestas de Constitución”, agregan.
Y agrega: “Ahora no parece nada claro que los problemas del país se originaran en ella. Hay quienes se han preguntado si no habría sido preferible emprender un plan más modesto de reformas socioeconómicas”, finalizan.