Desde temprano había movimientos de seguridad en el hotel Libertador, donde se alojó Milei en la campaña y donde aún permanece.
Pero a las 7:30 de la mañana salió por la puerta principal del Hotel Libertador junto a su custodio, subió al vehículo marca Vento de la Cámara de Diputados y emprendió viaje por avenida Córdoba hacia la Quinta Presidencial.
La reunión parecía estar lejos hasta ayer a la tarde.
El presidente saliente y presidente electo debían juntarse para sellar un acuerdo en torno a la transición, pero no había acuerdo en algunos de los puntos de ese proceso. Además, había trascendido que Fernández no quería acercarse al Hotel Libertador y que Milei tampoco quería ir a Olivos.
Milei subió sólo al vehículo junto con su custodio y chofer. No obstante, el viaje tuvo una pausa en el barrio de Nuñez, cuando un asesor que sería el posible jefe de Gabinete, Nicolás Posse, subió al vehículo.
En un comunicado emitido el lunes por la nueva Oficina del Presidente Electo se dejó en claro que “hasta el momento no hay ninguna reunión prevista” entre el mandatario saliente y el dirigente de La Libertad Avanza (LLA).
No obstante, eso cambió en las últimas horas, posiblemente, gracias a contactos subterráneos entre representantes de los dos espacios.
Milei entró a la Quinta de Olivos a las 8:17, sin dar declaraciones. En el camino se bajó del auto para compartir con niños que iban en un micro escolar y también para saludar a un motociclista que lo perseguía con una cámara para un canal de televisión.
Una de las posibilidades es que después del encuentro haya una foto entre ambos, aunque no se sabrá hasta que transcurra.