La cifra de fallecidos por el paso del huracán Otis en el sur de México, aumentó a 48. Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano, llegó a Acapulco, para agilizar la llegada de ayuda humanitaria.

Aumentan a 48 los muertos tras el paso del huracán Otis que impactó en el estado de Guerrero, en México, la madrugada del 25 de octubre.

La cifra se dio a conocer luego de que este domingo se confirmaran cinco personas fallecidas en Coyuca de Benítez, municipio vecino al sur de Acapulco.

Un comunicado del gobierno federal señaló que también hay seis personas desaparecidas y más de 273 mil viviendas afectadas, aproximadamente.

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El recuento de víctimas fue lento debido a la interrupción de las telecomunicaciones y la falta de energía eléctrica ocasionada por el fenómeno meteorológico.

El comunicado informó que están fuera de servicio 37 líneas de transmisión, 26 subestaciones eléctricas y una central de generación, pero que se restableció la mitad del servicio de electricidad de los usuarios afectados, que fueron más de medio millón.

Además, reportaron más de 10 mil postes eléctricos caídos, 120 hospitales y clínicas con daños, 12 cierres de rutas por caída de árboles y desbordamientos de cuerpos de agua, así como 24 derrumbes de caminos.

Según la consultora Enki Research, especializada en fenómenos naturales, Otis deja daños por unos 15.000 millones de dólares.

También, varios medios de comunicación informaron sobre la aparición de lo que parecen ser cuerpos sin vida en diversas zonas del puerto.

Por otro lado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comunicó su visita a Acapulco programada para este domingo.

Les mando un abrazo y también les aviso de que voy a estar por la tarde allá con ustedes, allá nos vemos para hacer la evaluación de la tarde”, señaló el mandatario en sus redes sociales.

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Reclamos de ayuda en Acapulco tras el paso del huracán Otis

En un lapso de 12 horas, el huracán Otis experimentó una rápida intensificación, pasando de tormenta tropical a alcanzar la máxima de la escala Saffir-Simpson, con vientos de 250 kilómetros por hora, dejando una ola de destrucción en la ciudad de casi 780.000 habitantes que vive del sector turístico.

La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, informó a través de su cuenta de X, antes Twitter: “Estamos avanzando en la distribución eficiente de la ayuda humanitaria, brindar los apoyos pertinentes y avanzar en la restauración de los servicios”.

Luego del paso de Otis, comercios y supermercados fueron saqueados por pobladores, desesperados por tener alimentos y agua.

La ayuda del gobierno y de organizaciones privadas empezó a ser distribuida la tarde del viernes, luego de que se habilitara el aeropuerto de Acapulco y se agilizara el tránsito en las carreteras.

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No obstante, el proceso avanza lentamente, y en algunas zonas cercanas, la comunidad exige asistencia y se organizan para limpiar los destrozos de sus comercios y viviendas.

“No hemos visto nada de las autoridades, que nos vengan a apoyar”, dijo a la agencia AFP Miguel Antraca, de 60 años y quien acudió a una zona de playa a ver su pequeño comercio en ruinas, quien vivó otros ciclones, pero nada como esto, “antes eran más pequeños los huracanes”, dice.