El secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, compareció tras el cierre de los colegios electorales en Argentina, aunque informó que “todavía hay escuelas donde están emitiendo su voto, así que ese porcentaje se puede ver elevado”.
Las elecciones PASO (primarias obligatorias simultáneas y obligatorias), celebradas el pasado 13 de agosto, cerraron con un 69% de participación, es decir, cinco puntos menos.
A falta de que se concrete si aumenta o no la participación con esos votantes rezagados, la participación es la más baja en unos comicios generales -tanto en primera como en segunda vuelta- desde la vuelta a la democracia.
Hasta ahora, la cifra más baja se había registrado en 2007, cuando un 76,20% del padrón electoral acudió a las urnas en primera vuelta, la única que fue necesaria en aquella ocasión para confirmar la victoria de la peronista Cristina Fernández, que relevaba en el cargo a su esposo, Néstor Kirchner (2003-2007).
La participación más alta fue en 1983, en las primeras elecciones democráticas tras la dictadura (1976-1983), cuando un 85,61% acudió a las urnas para dar la victoria al candidato radical Raúl Alfonsín.
Unos 35,4 millones de argentinos estaban convocados hoy para elegir presidente y vicepresidente, y además renovar 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 del Senado, y designar 43 representantes argentinos para el Parlamento del Mercosur (Parlasur, cuerpo legislativo del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
También se eligirán cargos de las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que decidieron no desdoblar sus comicios de los nacionales, como sí hizo el resto de distritos.
Los primeros resultados del escrutinio provisorio -el definitivo comienza el próximo martes- se conocerán a partir de las 22.30 horas (misma hora de Chile), aunque el secretario de la Presidencia pidió “paciencia” con el proceso.