Conmoción ha generado el asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia en Ecuador quien fue baleado la tarde del miércoles a la salida de un mitin electoral de su campaña en Quito.
En el ataque, perpetrado por presuntos sicarios a las afueras de un coliseo donde Villavicencio había congregado a simpatizantes, también resultaron heridas otras personas.
Su deceso fue confirmado en la Clínica de la Mujer, hasta donde fue trasladado. Posteriormente la Fiscalía ecuatoriana detalló que uno de los sospechosos del asesinato también falleció tras ser herido en el intercambio de disparos.
Villavicencio nació el 11 de octubre de 1963 en Alausí, Ecuador. “Ahí, viviendo en el páramo y las terrazas de trigo, aprendió desde pequeño a labrar y respetar la tierra y hermanarse con los más humildes”, señala su perfil oficial.
El asesinado candidato estudió periodismo y comunicación social en la Universidad Cooperativa de Colombia.
En 1995 fundó Pachakutik, un movimiento político ecuatoriano de tendencia indigenista. Un año después entró a la Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador (Petroecuador), en donde fue despedido en 1999. Durante ese periodo se desempeñó además como líder sindical de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fetrapec).
Con varias publicaciones e investigaciones sobre la corrupción en Ecuador, se había convertido en uno de los enemigos más acérrimos de Rafael Correa.
De hecho, fue enjuiciado por injurias contra el exmandatario cuando se hizo pública una investigación sobre la crisis política de 2010, donde lo acusó de delitos de lesa humanidad.
En diciembre de 2013 su casa fue allanada, según acusó de forma “ilegal”, por un escuadrón del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la policía.
Tras asilarse políticamente en Perú, en donde continuó investigando el caso Petrochina (contratos de preventas petroleras firmados con empresas asiáticas), regresó a Ecuador en septiembre de 2017.
Autor de diez libros, fundó sus propios medios como Focus Ecuador.
Pese a que se definía públicamente como un político de centro, en sus inicios estuvo ligado a la izquierda moderada.
En las elecciones de 2021 resultó elegido para representar a la Alianza Honestidad en la Asamblea Nacional.
Como presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea se enfocó en la lucha contra la corrupción, presentando al menos diez informes de fiscalización y presidiendo 6 juicios políticos.
Esta labor concluyó luego que el actual presidente del país, Guillermo Lasso, invocara el recurso constitucional de “muerte cruzada” para disolver el Parlamento y llamar a elecciones extraordinarias.
En entrevista con Agencia EFE en mayo pasado, después de anunciar su aspiración presidencial, Villavicencio afirmó que buscaba ser presidente para “enfrentar y derrotar a las mafias que han cooptado el Estado y tienen de rodillas a la sociedad”.
El candidato ponía el foco en “las mafias políticas que están vinculadas al narcotráfico y a estructuras delictivas de minería ilegal, y también estructuras corruptas en el sector público”.
A su vez, indicó que Ecuador necesitaba un “gobierno valiente” y ofrecía desmantelar a las mafias “con la ley y con las armas”.