El gobierno de Colombia rechazó este miércoles el secuestro de la sargento Ghislaine Ramírez y sus dos hijos por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, un día antes de que entre en vigor el cese al fuego.

El Ejército colombiano informó este miércoles que el ELN secuestró a una sargento y a sus dos hijos, de 6 y 8 años, uno de ellos autista, mientras viajaban por carretera.

Este acto representa “una actitud bipolar” de los dirigentes del ELN, dijo el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien espera que la guerrilla “reconozca el secuestro y haga las acciones inmediatas para liberar a esta señora y sus hijos”.

Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) condenó “enérgicamente” el secuestro y pidió al ELN “pronunciarse sobre este hecho violatorio del Derecho Internacional Humanitario y, de ser responsables, a liberar a estas personas inmediatamente”.

Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que “este es un delito que siempre será castigado y que no tiene ninguna justificación”.

El ELN y el gobierno arrancaron el año pasado unos diálogos de paz de los que ya se han celebrado tres rondas, en Venezuela, México y Cuba.

En La Habana, en la última ronda celebrada hasta el momento, se acordó un cese el fuego bilateral entre el gobierno y la guerrilla que arranca este 6 de julio en medio de varias acciones violentas por parte del ELN y con el aviso por parte de la administración de que el secuestro sería considerado una violación al cese el fuego.