Los cuatro niños indígenas desaparecidos desde el pasado 1 de mayo en las selvas del sur colombiano tras el accidente del avión en el que viajaban junto a tres adultos fueron hallados con vida el viernes por militares.
En conversación con el programa Expreso Bío Bío, el comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Colombia explicó las técnicas que utilizaron para lograr encontrar con vida a los cuatro menores.
“Se emplearon las mejores capacidades que utilizamos para una operación especial. Los más de 50 años de experiencia que tienen nuestras fuerzas militares en este tipo de operaciones garantizó gran parte del éxito”, señaló.
“Chile nos ofreció imágenes satelitales, nos ayudó con ello. Israel y Estados Unidos también lo hicieron aunque eran prácticamente las mismas capacidades satelitales que nosotros tenemos acá en Colombia”, agregó.
“Se observaba simplemente un tapete inmenso de selva totalmente tupido por lo que empleamos otras aeronaves con cámaras multiespectrales, con radares de apertura sintética, etc. Nos ofrecían una resolución de siete centímetros pero veíamos prácticamente lo mismo, como árboles grandes”, detalló.
Parlantes, orientadores visuales y mensajes en su lengua nativa
A su vez, el general Sánchez explicó que utilizaron más de once aeronaves, apoyándose con el lanzamiento de bengalas.
“Hicimos algo que llamamos perifoneo, que es colocar un parlante muy potente en un helicóptero para enviar mensajes con la voz de la abuela (de los niños). Lanzamos 10.000 volantes en el lenguaje uitoto, que es el de ellos, y español, diciéndoles que pararan, que se ubicaran al lado de un caño (quebrada)”, indicó.
También lanzaron 100 kits hechos en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar con comida.
“Utilizamos en tierra otras capacidades como colocar unos orientadores audiovisuales, que son una especie de faro en medio de la selva, con una planta eléctrica y un parlante de alta potencia, con la voz de la mamá que se escuchaba a más de tres kilómetros”, dijo.
“Tenía unas luces potentes que se prendían intermitentemente para que ellos vieran o escucharan donde estábamos”, expresó.
“Los caños son pequeñas quebradas entonces lo que hicimos fue instalar 11 kilómetros de la cinta que se utiliza para construcción, que dice “peligro”. Las dividimos en 11 pedazos de un kilómetro de lado a lado, cruzando cada caño, para que ellos lo vieran. En esas cintas colgamos silbatos para que ellos nos hicieran señal”, mencionó.
“También la tropa colocó megáfonos en tierra, haciendo todo un esfuerzo titánico para encontrar a nuestros cuatro menores (…) Lo que hicimos no está escrito en ningún manual”, ahondó.
Búsqueda de Wilson
Finalmente, el comandante Sánchez enfatizó que seguirán buscando a Wilson, el perro rescatista que se extravió durante las labores.
“Estamos en la fase dos de la Operación Esperanza, que es encontrar a Wilson. Es un canino que nos ayudó en la búsqueda al tercer día de encontrar el avión. El 18 de mayo se nos perdió y no regresó”, remarcó.
“Algunos comandos lo vieron dos veces pero salió huyendo porque el canino solamente le responde al guía canino. Es de alguna manera agresivo. Sin embargo, la Lely hizo un dibujo muy bonito en el cual gráfica a nuestro perro Wilson. Lo que nos dicen es que Wilson estuvo con ella posiblemente tres días”, detalló.
“Hay que esperar un poco para conocer la realidad de la historia pero nosotros no dejamos a un comando atrás. Vamos por Wilson”, zanjó.