El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este martes la cumbre suramericana con un llamamiento a retomar la integración regional mediante un foro que esté más allá de las ideologías y comience a funcionar de inmediato.
En la apertura de la cumbre, Lula propuso crear un “grupo de alto nivel”, formado por representantes de los presidentes, que prepare en un plazo de 120 días una nueva “hoja de ruta para la integración de Suramérica”.
Lula hizo un largo repaso de los diversos intentos de Suramérica por alcanzar una verdadera integración, frustrados desde la década de 1960, y aseguró que la región ya no puede esperar para superar en condiciones de unidad los abismos sociales que persisten “desde el colonialismo”.
El presidente brasileño propuso entonces diez primeros puntos para la discusión, en una suerte de decálogo para esa nueva integración que propone.
Planteó “poner el ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social”, a través de organismos financieros regionales, y analizar la posibilidad de usar las monedas locales en el comercio suramericano, a fin de reducir la elevada dependencia del dólar.
También propuso discutir iniciativas para homologar regulaciones y reducir la burocracia en el área comercial, ampliar el comercio electrónico y fundamentalmente “actualizar la cartera de proyectos” para la integración física de la región, diseñada hace ya más de dos décadas y en su mayoría totalmente inconclusa.
El “decálogo” de Lula también incluyó la posible creación de un “mercado energético suramericano, que asegure el abastecimiento, el uso eficiente de los recursos, la estabilidad jurídica, los precios justos y la sostenibilidad social y ambiental”.
Asimismo, reconoció que “en la región dejamos que las ideologías nos dividan e interrumpan el esfuerzo de integración. Abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación y, con eso, todos perdimos”.
“Las recientes elecciones en Colombia, Chile, Bolivia, Brasil y Paraguay demostraron el vigor de la democracia en nuestra región, en papeletas marcadas por una expresiva participación popular y una amplia libertad de expresión”, agregó.
Tras la intervención de Lula, la transmisión oficial de la cumbre, que se celebra en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería en Brasilia, fue suspendida por el carácter privado de la reunión.
Según el programa oficial, cada mandatario intervendrá en una primera plenaria y luego habrá una segunda, definida como “Diálogo entre los Presidentes”.
La clausura está prevista para las 18:00 hora local (17:00 horas de Chile), tras lo cual algunos presidentes regresarán a sus países y otros asistirán a una cena que Lula ofrecerá en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
A la cumbre asisten los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Surinam, Chan Santokhi; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Venezuela, Nicolás Maduro. Perú está representado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.