El Papa habló del tema en una conversación con jesuitas en Hungría. "Pusieron en duda todo mi modo de actuar durante la dictadura", contó sobre su declaración por el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics.

El Papa Francisco afirmó que recibió presiones del kirchnerismo durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner cuando él era cardenal y arzobispo de la ciudad de Buenos Aires.

Junto con esto agregó que le tocó declarar por el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics durante la última dictadura cívico militar.

“Algunos en el gobierno querían cortarme la cabeza, y sacaron a relucir no tanto este asunto de Jalics, sino que pusieron en duda todo mi modo de actuar durante la dictadura. Entonces, me llamaron a juicio”, rememoró el Sumo Pontífice ante la pregunta de los jesuitas de Hungría.

En ese sentido, siguió: “Me dieron la posibilidad de elegir el lugar en el cual realizar el interrogatorio. Elegí hacerlo en el Episcopado. Duró 4 horas y 10 minutos. Uno de los jueces insistía mucho en mi modo de comportarme. Yo siempre respondí con la verdad”.

“Pero, para mí, la única pregunta seria y bien fundada, fue la del abogado que pertenecía al Partido Comunista. Y gracias a esa pregunta las cosas se aclararon. Al final, se comprobó mi inocencia”, agregó.

La audiencia judicial la encabezaron el 8 de noviembre de 2010 los jueces del Tribunal Oral Federal 5 Daniel Obligado, Germán Castelli y Ricardo Farías, que citaron al por entonces cardenal Bergoglio en la causa que investigaba crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).

El relato del Papa Francisco sobre el kirchnerismo y su rol en la dictadura

En abril de 2010, el Papa Francisco habló sobre el tema en una entrevista para el libro “El jesuita”, de los periodistas Francesca Ambrogetti y Sergio Rubin.

Allí contó su versión sobre los hechos que tuvieron lugar en aquella época y desmintió las denuncias de la presunta vinculación con el secuestro de los jesuitas.

“Si no hablé en su momento, fue para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar”, aseguró por ese entonces.

“Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por las personas secuestradas. Me movía dentro de mis pocas posibilidades y mi escaso peso”, argumentó.

En la larga entrevista de la biografía, Bergoglio reveló que se reunió dos veces con el General Jorge Videla. El arzobispo porteño también reconoció que vio dos veces al almirante Emilio Eduardo Massera.

“Esa misma noche en que me enteré de su secuestro, comencé a moverme. Cuando dije que estuve dos veces con Videla y dos con Massera fue por el secuestro de ellos”, explicó.

“No quiero ceder a los que me quieren meter en un conventillo. Acabo de exponer, con toda sinceridad, cuál era mi visión sobre el desempeño de esos sacerdotes y la actitud que asumí tras su secuestro”, dijo.

“Jalics, cuando viene a Buenos Aires, me visita. Una vez, incluso, concelebramos la misa. Viene a dar cursos con mi permiso”, agregó.

“En una oportunidad, la Santa Sede le ofreció aceptar su dimisión, pero resolvió seguir dentro de la Compañía de Jesús. Repito: no los eché de la congregación, ni quería que quedaran desprotegidos”, manifestó en el reportaje del libro.