Tras su fracasada maniobra el 7 de diciembre, el expresidente de Perú, Pedro Castillo, fue destituido y llevado ese día al penal Barbadillo, una cárcel para altos funcionarios al este de Lima.
El tribunal de apelaciones en Perú ratificó el viernes los 36 meses de prisión preventiva por presunta corrupción impuestos al expresidente Pedro Castillo, detenido desde diciembre bajo cargos de rebelión tras su fallido autogolpe de Estado.
El exmandatario de 53 años, deberá seguir tras las rejas hasta diciembre de 2025, mientras la Fiscalía avanza en las investigaciones y decide su eventual llamado a juicio por ambos delitos.
El Poder Judicial señaló a través de la red social Twitter que “la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, que preside César San Martín Castro, ratifica 36 meses de prisión preventiva dictada contra expresidente Pedro Castillo Terrones, investigado por el presunto delito de organización criminal y otros”.
El pasado 10 de marzo, en una audiencia virtual, el juez Juan Carlos Checkley ordenó la segunda sanción preventiva contra Castillo, luego de haberle dictado 18 meses por el intento de disolver inconstitucionalmente el Congreso, intervenir el sistema judicial y gobernar por decreto.
El expresidente había anunciado entonces que apelaría la decisión judicial.