La cancillería de Perú comunicó anoche que la actitud de Petro y sus “continuas expresiones injerencistas, han deteriorado seriamente la histórica relación de amistad, cooperación y respeto mutuo” que ha existido entre Perú y Colombia.
A su vez, explicó que Perú ha reaccionado de manera “ponderada, progresiva y proporcional, conforme a la práctica diplomática y teniendo en consideración la estrecha relación que lo une a Colombia, desde hace más de 200 años”.
En ese sentido, subrayó que el país “hace votos para que la estrecha y bicentenaria relación bilateral con Colombia retome su cauce en el marco del respeto mutuo y las normas, principios y valores que rigen la convivencia entre los estados”.
Asimismo, el ministerio precisó que “con el retiro definitivo del embajador del Perú en Colombia, las relaciones diplomáticas entre el Perú y dicho país quedan formalmente a nivel de encargado de negocios”, de la misma forma que procedió en febrero al retirar a su embajador en México por los comentarios de su presidente Andrés Manuel López Obrador, que desconoce el actual gobierno de Dina Boluarte.
Persona non grata
En febrero pasado el Congreso peruano ya había declarado persona non grata a Petro por sus comentarios contra la administración de Boluarte y otras entidades del Estado, al no reconocer la legitimidad de su gestión.
Así, en la última Cumbre Iberoamericana celebrada en República Dominicana, Petro afirmó que quien debería estar presente en ese encuentro de jefes de Estado era Pedro Castillo, quien está detenido mientras es investigado por los delitos de rebelión y conspiración a raíz del fallido intento de golpe de Estado.
“Hoy debería estar aquí, lo sacaron. Está preso”, expresó Petro ante la presencia de la ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Ana Cecilia Gervasi, quien le contestó que si Castillo no está presente es porque “dio un golpe de Estado”.
“Si estuviera, tendrían a un dictador”, expresó Gervasi en la cumbre.