La tercera fase de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) concluyó este viernes en Ciudad de México.
Lo anterior, con el reconocimiento por parte del Gobierno del presidente Gustavo Petro del estatus político al ELN como “organización armada rebelde” y el registro de “avances” de cara a alcanzar un acuerdo para un cese al fuego bilateral.
Al cierre de este ciclo de conversaciones, que comenzó en febrero en Ciudad de México, asistió la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez.
“Reconocer que el Gobierno nacional, en el ámbito de sus competencias constitucionales y legales, dado el reconocimiento político del Ejército Liberación Nacional (ELN), como organización armada rebelde, se encuentra adelantando negociaciones y diálogos de carácter político dirigidos a obtener soluciones al conflicto armado”, señaló la resolución del Gobierno de Petro.
Los jefes negociadores de ambas partes mostraron un cauto optimismo acerca de los resultados alcanzados, pero sin concretar aún el ansiado acuerdo de cese al fuego bilateral.
Negociaciones entre Colombia y el ELN en México
“Pudimos comenzar a abordar los temas más urgentes, sentidos y sensibles como el cese al fuego. También nos abrimos de par en par las puertas de la participación ciudadana y comunitaria”, afirmó Otty Patiño, jefe de la delegación negociadora del Gobierno colombiano.
“Hoy hemos avanzado en construir un itinerario con una visión común de paz”, subrayó Patiño.
Por su parte, alias “Pablo Beltrán”, jefe negociador del ELN, remarcó que se dieron “los primeros pasos para concretar un cese el fuego bilateral, nacional y temporal”.
“Todos debemos cambiar para lograr una paz integral y duradera, todos debemos participar en su diseño y realización”, indicó Beltrán en la ceremonia de clausura, que se celebró en el Colegio San Ildefonso, en el centro de la capital mexicana.
La siguiente fase de conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN se celebrarán en Cuba, aunque no se ha precisado fecha para su inicio.
México, junto con Venezuela, Chile, Noruega y Brasil son garantes de los diálogos de paz, mientras que Suecia, Alemania, Suiza y España actúan como países acompañantes.