En un programa en la radio cocalera Kawsachun Coca, Evo Morales se refirió al tema mientras hablaba sobre su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) que, señaló, hizo “mucha historia” y por eso es reconocido en países como Argentina y Perú.
“Algunos pequeños grupos aprovechando la prensa (me van) declarando persona no grata, (dicen que) Evo no debe entrar a Perú, pero el verdadero pueblo, pueblo, ¿cómo sería si entraría a Perú? ¿te imaginas en este momento? Sería una aclamación, como una proclamación”, afirmó.
El político boliviano admitió que algunos “hermanos” peruanos le contactaron por teléfono, aunque dijo que antes tenía más contacto con sectores como la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) o sindicatos de zonas como Quillabamba.
Según Morales, algunos peruanos le dijeron que “nos levantamos como ustedes, eso dicen, especialmente en el occidente del Perú, el pueblo ignorado”.
Añadió que lo buscan para compartir “experiencias de lucha” por reivindicaciones sociales y también de “gestión pública” porque el Gobierno del MAS “es conocido y reconocido en todo el mundo”.
Morales también hizo publicaciones en Twitter sobre la crisis en el país vecino y defendió a los movilizados contra el Gobierno de Dina Boluarte, quienes “protagonizan la lucha pacífica contra el genocidio en Perú” y “no están pidiendo una guerrilla ni una guerra civil”.
“Piden una solución pacífica a los problemas históricos de exclusión y explotación de sus recursos naturales a través de una Asamblea Constituyente”, señaló.
“Reiteramos nuestro pedido a la comunidad internacional, a los organismos defensores de Derechos Humanos y a países amigos que unan sus voces para pedir un alto a la represión inhumana contra nuestros hermanos peruanos. Que se preserve el sagrado derecho a la vida”, agregó.
El Congreso de Perú declaró el jueves persona non grata a Morales “por sus constantes incitaciones en la política nacional” que, a juicio del Parlamento, buscan “desequilibrar el orden interno del país”.
El pasado 9 de enero, el Gobierno de Perú le prohibió el ingreso al país junto a otros ocho ciudadanos bolivianos, a los que acusa de haber efectuado “actividades de índole política proselitistas” que afectaron la “seguridad nacional”.
El exmandatario boliviano mantuvo una activa presencia en Perú, sobre todo en regiones del sur del país, durante el Gobierno de Pedro Castillo (2021-2022) con el objetivo de incentivar la integración de regiones como Puno al proyecto Runasur, la plataforma internacional de movimientos sociales e indígenas que impulsa.
El exgobernante ha estado muy activo en las redes sociales con opiniones sobre la crisis en Perú y mensajes para defender a Castillo desde su destitución por el Congreso tras intentar dar un autogolpe de Estado, el 7 de diciembre pasado.