Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, canceló cuatro nombramientos diplomáticos. Zoila Müller Goff, una de sus aliadas de confianza, fue declarada como "persona non grata" por la Unión Europea.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, canceló el nombramiento de su embajadora para Chile. El Mandatario tomó la misma medida para el Reino de Bélgica y también Etiopía. Asimismo, canceló a la jefa de la misión nicaragüense ante la Unión Europea (UE).
Según consignó el Diario Oficial, La Gaceta de Nicaragua, el jefe de Estado sandinista tomó la decisión un día después de cumplir 16 años consecutivos en el poder, al que retornó el 10 de enero de 2007, un año y un día después de haber asumido su quinto mandato.
A través de un acuerdo presidencial, Ortega dejó sin efecto el nombramiento de Lilliam del Carmen Méndez Torres en el cargo de embajadora de Nicaragua en la República de Chile, al que había sido designada desde el 17 de febrero de 2021.
Cuestionamientos a Zoila Müller Goff
El exguerrillero sandinista, a través de otro acuerdo presidencial, también dejó sin efecto el nombramiento de Zoila Müller Goff en el cargo de embajadora de Nicaragua en el Reino de Bélgica, el cual ocupaba desde mayo de 2022.
Asimismo, Ortega dejó sin efecto el nombramiento de Müller Goff en el cargo de embajadora y jefa de misión de Nicaragua ante la UE y la Comunidad Europea de la Energía Atómica, al que había sido nombrada desde junio del año pasado.
Además, el Mandatario canceló el nombramiento de Müller Goff como embajadora de Nicaragua ante la República Democrática Federal de Etiopía, cargo que desempeñaba desde octubre de 2020.
UE declaró a embajadora Müller “persona non grata”
El pasado 10 de octubre, la UE decidió declarar “persona non grata” a la jefa de la Misión de Nicaragua ante la UE, Zoila Müller; esto en respuesta “recíproca” a la expulsión de la embajadora comunitaria en Managua, Bettina Muscheidt, decretada por el Gobierno de Ortega el 28 de septiembre de 2022.
La expulsión de la embajadora europea en Managua se gestó después de que la delegación de la UE ante la ONU exhortara a Ortega a “devolver la soberanía de Nicaragua al pueblo nicaragüense” y a “restaurar la democracia” en el país.
A mediados de septiembre pasado, también el Parlamento Europeo aprobó por mayoría una resolución sobre la situación de Nicaragua; “en particular la detención del obispo Rolando Álvarez”, en la que -entre otras cosas- exigió la liberación inmediata del líder religioso y de todos los “presos políticos”.
Las relaciones entre Nicaragua y la UE se han mantenido tensas en los últimos cuatro años producto a sanciones establecidas por Europa a familiares y allegados del presidente Ortega, así como a funcionarios e instituciones del Gobierno, por acusaciones de violaciones a los Derechos Humanos.
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 77 años, fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.