El ministro de la Secretaría de Comunicación Social de Brasil, Paulo Pimenta, ha denunciado el robo de armas de fuego de la sala del Gabinete de Seguridad Institucional del Palacio de Planalto durante el asalto protagonizado por los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.
“Cada uno de esos maletines tiene armas, armas letales y armas no letales que se han llevado”, ha denunciado Pimenta en un vídeo publicado en sus redes sociales en el que se puede ver esos maletines vacíos.
Pimenta ha contado que intentaron prender fuego a una de estas salas y ha insistido en el robo perpetrado por los “criminales” que irrumpieron en la sede del Poder Ejecutivo de Brasil. “Un crimen más cometido por los enemigos de la democracia”, aseveró.
Junto a él se puede ver al titular de la Secretaría Nacional del Consumidor, una oficina dependiente del Ministerio da Justicia, Wadih Damous, quien ha alertado de que los responsables de ese robo “tenían información de lo que tenían que llevarse” de esa sala. “Se hicieron con armas, documentos y munición”, ha dicho.
En el asalto al Palacio del Planalto, los seguidores de Bolsonaro destruyeron el despacho de la primera dama, Rosangela ‘Janja’ Silva, y del ministro Pimenta, no así con el de Lula, que cuenta con seguridad adicional.
“La sala del presidente Lula tienen un cristal más grueso (…) tiene barreras. Ha quedado aislada, como si fuese un acuario. Han logrado destruir la oficina de ‘Janja"”, ha dicho el ministro Pimenta.
La estela de destrucción dejada a su paso por los acólitos de Bolsonaro han incluido daños a importantes obras del patrimonio histórico brasileño, como obras de arte como el mural Mulatas, de Di Cavalcanti, o Araguaia de la artista Marianne Peretti.
“Obras de arte, esculturas, obras rasgadas, agujereadas, rotas”, ha lamentado Pimenta, quien ha asegurado que los asaltantes se han cebado especialmente con las instalaciones de la secretaría que él dirige.
En la sede del Tribual Superior, los daños han afectado al conocido como Sala de los Bustos, en la que hay esculturas de figuras importantes en la historia de Brasil, como el responsable de la creación de esta corte, Rui Barbosa, la réplica de la edición original de la Constitución ha sido robado y un tapete que perteneció a la princesa Isabel, hija del Pedro II, ha sido dañado.
Los daños al patrimonio histórico son incalculables e irreparables, según han dicho fuentes del Supremo al diario ‘O Globo’. La presidenta del Supremo, la jueza Rosa Weber, ha denunciado que las instalaciones han sido “severamente destruidas por criminales, vándalos y antidemócratas”.