El movimiento Venezuela Demócratica Unida apoyará las primarias de la oposición con miras a sacar al chavismo del poder. ¿Cuáles es el panorama actual?
Las próximas elecciones presidenciales en Venezuela están programadas para 2024 y la oposición, agrupada en la coalición Plataforma Unitaria, ya conformó una comisión que se encargará de organizar primarias en 2023 para escoger un candidato único que se enfrente al chavismo y a Nicolás Maduro.
Asimismo, este martes fue presentado el movimiento Venezuela Democrática Unida, conformado principalmente por opositores, disidentes del chavismo e independientes, que confirmó su apoyo a la Plataforma Unitaria, “para que las primarias convocadas por la oposición democrática sean exitosas”, entre otros objetivos.
Así lo indica en entrevista con Deutsche Welle el exdiputado y exministro de Finanzas durante la presidencia de Hugo Chávez, Rodrigo Cabezas, uno de los impulsores de Venezuela Democrática Unida.
“Disputa entre un gobierno autoritario y la nación venezolana”
Cabezas detalla que en Venezuela “hay dos fuerzas principales en el campo de lo político”: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que tiene “tres o cuatro partidos satélites que no representan absolutamente nada”, y la Plataforma Unitaria, conformada por 10 partidos y que es “una fuerza opositora muy plural, muy democrática y muy diversa”.
Sin embargo, el exdiputado aclara que “no se trata de una disputa entre un partido de gobierno, el PSUV, y los partidos de la oposición”, sino “de una disputa entre un gobierno autoritario, autócrata, violador de los derechos humanos y la nación venezolana que quiere cambio”.
A esto se unen dos agrupaciones con peso electoral menor.
Asimismo, Cabezas también precisa que según las encuestas el PSUV tiene entre 16 y 18% de apoyo, mientras que el conjunto de la oposición no más de 20%, lo que “quiere decir que la inmensa mayoría de los venezolanos no milita en partidos políticos”.
En este sentido, el exministro considera que la batalla política actual gira en torno a la confrontación entre “democracia y autocracia” y “democracia y totalitarismo”, presentada por “una élite política que se aferra en Miraflores a gobernar sin el apoyo del pueblo y del otro lado la nación venezolana”, cuya “conciencia” y movilización es organizada por la oposición.
¿Qué ha cambiado entre las elecciones presidenciales de 2018 y la actualidad?
Las elecciones presidenciales de 2018, en las que Maduro resultó electo, estuvieron marcadas por llamados a un boicot y un abstención récord, luego de que la oposición considerara que las condiciones de los comicios no eran las adecuadas y que el Consejo Nacional Electoral (CNE) estaba parcializado a favor del gobierno.
Entonces, ¿qué ha cambiado en estos últimos cuatro años?
“En 2018, la oposición respondió dividiéndose en un caos político, unos participando y otros llamando a la abstención”, lo que “desmovilizó al pueblo” y Maduro con “apenas 20 % del electorado ganó la presidencia en unas elecciones absolutamente cuestionadas”, explica Cabezas.
Hoy, “la situación es absolutamente distinta”, ya que por un lado “se tiene claro que la abstención es un absurdo y que la única vía que tenemos es participar activamente en cualquier escenario electoral”.
Por otro, “el esfuerzo que se está haciendo en el campo de la oposición democrática para unir tan diversos criterios” se apoya en “la conciencia de que tenemos que ir unidos”, apunta Cabezas.
Además, el CNE tiene actualmente “una narrativa” diferente y en las nuevas negociaciones que se llevan a cabo en México se ha puesto como punto vital “mejorar las condiciones electorales”, con una “auditoría rigurosa, técnica del registro electoral permanente”.
“No es posible hacer trampas” en las próximas elecciones, es “imposible que detengan victoria popular”, sentencia.