Las Fuerzas Armadas de Brasil respondieron este jueves a la Justicia electoral y precisaron que el informe sobre la fiabilidad de las urnas “no excluye la posibilidad de fraude o inconsistencia en las urnas electrónicas”.
Esto, pese a haber expresado su “conformidad” con el resultado de las elecciones donde ganó el líder izquierdista, Lula da Silva.
El comunicado fue una respuesta velada al Tribunal Superior Electoral (TSE).
Es un organismo que este miércoles celebró que el informe del Ministerio de Defensa “no apuntó la existencia de ningún fraude en el proceso electoral”.
La institución, sin embargo, precisó este jueves que aunque la fiscalización “no haya apuntado” un fraude en las urnas, “tampoco excluye” dicha posibilidad.
Los militares insistieron en que no pueden afirmar que el sistema “está exento de la influencia de un eventual código malicioso que pueda alterar su funcionamiento”.
Tras esto, se solicitó que la Justicia electoral adopte medidas para facilitar la inspección de las urnas.
Militares no descartan fraude en las elecciones de Brasil
El presidente Jair Bolsonaro lideró una campaña de descrédito del sistema de votación de Brasil, levantó sospechas de que era posible un fraude.
En ese proceso llegó incluso a amenazar con que las elecciones no se celebrarían si el voto no tuviese un comprobante en papel, una propuesta que fue rechazada por el Congreso.
Bolsonaro tardó dos días en pronunciarse sobre el resultado de las elecciones.
Aunque no llegó a reconocer su derrota frente a Lula, que se produjo por un estrecho margen de 1,8 puntos porcentuales, sí permitió que se iniciara la transición.
El presidente electo se pronunció sobre el informe de las Fuerzas Armadas y exigió a Bolsonaro que pida “disculpas” a la sociedad. Lo anterior, por “todas sus mentiras” y sus ataques infundados contra el sistema electoral.
“Fue una cosa humillante, deplorable para las Fuerzas Armadas”, afirmó Lula sobre el informe.
“El presidente de la República no tenía derecho a poner a los militares a investigar elecciones” para llegar a un “resultado humillante” para el propio gobierno, sostuvo.