El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saludó este lunes a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en el marco de la Cumbre del Clima COP27 -que se celebra en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij- en un intento por normalizar las relaciones bilaterales, deterioradas desde 2019 cuando el europeo desconoció la legitimidad del líder chavista.
En el breve encuentro, que se produjo aprovechando la asistencia de ambos al cónclave comenzado este domingo, los mandatarios se estrecharon la mano y conversaron sonrientes, luego de que Maduro invitara a Macron a Venezuela.
Durante el apretón, Macron ha expresado su deseo de “que pudiéramos hablar un poco más y pudiéramos comenzar un trabajo bilateral que sea útil para el país y la región”. Además apuntó que “el continente (europeo) se está recomponiendo”.
También hablaron sobre la agenda de cooperación bilateral entre Venezuela y Francia, así como las acciones para combatir el cambio climático, según informa la cadena TeleSur.
“Excelente apretón de manos con el presidente de Francia Emmanuel Macron, en el marco de la COP27, que es sin duda un punto de encuentro entre los Gobiernos y países del mundo. Las puertas de Venezuela están abiertas para el pueblo francés”, expresó Maduro en Twitter, donde publicó dos fotografías del momento.
Según una nota de prensa de la Presidencia venezolana, Maduro adelantó a Macron que expondrá, durante su intervención en la plenaria de mañana, “la necesidad de acelerar los pasos para el cumplimiento de los acuerdos suscritos en el pasado”.
En este sentido, el presidente francés, le dijo que “ratificará los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París (2015) para encarar la crisis climática, así como en el Pacto de Gasglow (2021) para respaldar a países en vías de desarrollo”, siempre según el texto oficial.
Macron reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela en 2019, cuando este, como líder del Parlamento, desafió la legitimidad de Maduro y consiguió el apoyo de varios Gobiernos europeos.
El respaldo de Francia a Guaidó, así como de la mayoría de países occidentales, ha decaído en el último trienio, cuando el Ejecutivo de Maduro avanzó en el restablecimiento de relaciones, un camino que empezaron a recorrer en julio de este año Caracas y París con la instalación de un “Grupo de Amistad Parlamentaria” entre Venezuela y Francia.