Esta semana, el Parque Nacional Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, donde se encuentran las cataratas del mismo nombre, debió cerrar, debido a las intensas lluvias y crecidas de los ríos aledaños.
Según las autoridades, el evento meteorológico golpeó a 24 condados y generó daños en unas 400 casas y obligaron a más de 1.200 personas a abandonar sus hogares.
Cierran acceso a cataratas de Iguazú por crecida del agua
Las famosas cataratas de Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, registraron un volumen de agua 10 veces mayor que el habitual después de fuertes lluvias de esta semana.
Ante esto, las autoridades determinaron cerrar el Parque Nacional que lleva el mismo nombre, uno de los principales paseos turísticos del sitio, por razones de seguridad.
De igual modo, el flujo a través del enorme sistema de cascadas alcanzó los 14,5 millones de litros por segundo el miércoles por la noche, muy por encima de los habituales 1,5 millones por segundo, dijo Wemerson Augusto, vocero del Parque Nacional Iguazú.
El alto nivel del agua llevó a las autoridades a cerrar los senderos en “Garganta del Diablo”, mirador famoso por sus impresionantes vistas de las cataratas, después de que quedara parcialmente sumergido, según Augusto.
El vocero agregó que una avalancha de agua tan grande era “atípica” para octubre. Mientras, los senderos del lado argentino también fueron cerrados el martes.
Recuerdos de 2014 y miles de damnificados
Las cataratas de Iguazú se han agrandado por las fuertes lluvias en el estado de Paraná, en el sur de Brasil, donde funcionarios de emergencia dijeron el miércoles que 24 condados habían sido golpeados por “eventos meteorológicos severos” que dañaron unas 400 casas y obligaron a más de 1.200 personas a abandonar sus hogares.
El volumen de agua fue el más alto registrado en las cataratas desde junio de 2014, cuando el caudal alcanzó los 47 millones de litros por segundo.