El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, elevó este jueves el tono de sus acusaciones contra el magistrado Alexandre de Moraes, titular de la justicia electoral, al que llamó “sinvergüenza” en repetidas ocasiones.
Bolsonaro insultó al presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), organismo encargado de organizar las elecciones, durante su programa en vivo transmitido por sus redes sociales a tres días de los comicios, en los que busca la reelección.
El líder de la ultraderecha, que lleva un tiempo enfrentándose a los magistrados de las altas cortes, acusó al juez de “abuso de poder”.
Recordó que De Moraes tiene vínculos políticos con Geraldo Alckmin, candidato a vicepresidente en la fórmula liderada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Alexandre, usted tiene todo un pasado en el Gobierno de Alckmin y por eso quiere un presidente que sea rehén. Abusa del poder con bajezas”, arremetió Bolsonaro.
De Moraes fue secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Sao Paulo durante la gestión de Alckmin como gobernador de ese estado.
Las principales críticas de Bolsonaro se centraron en una investigación sigilosa que la Corte Suprema realiza a un asesor de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cesar Barbosa Cid, que fue dada a conocer por medios locales.
Según los datos filtrados por la prensa, citados por Bolsonaro, el juez De Moraes, que también es miembro del Supremo, ordenó levantar el secreto de las cuentas bancarias del teniente coronel Barbosa Cid, para investigar supuestos desvíos de dinero público para asuntos particulares de la primera dama, Michelle Bolsonaro.
“Sea hombre una vez en la vida, Alexandre, y divulgue los valores (…) y si son atípicos entonces muestre los valores”, afirmó Bolsonaro.
Las afirmaciones de Bolsonaro coincidieron con la divulgación de una nueva encuesta, en la que el expresidente y candidato opositor Luiz Inácio Lula da Silva tiene el 48 % de la intención de voto, con 14 puntos de ventaja sobre el actual gobernante.
Para Bolsonaro, las encuestas están “equivocadas” y volvió a contrarrestar los resultados de las mismas con el argumento del respaldo popular a su favor a partir de las masivas movilizaciones callejeras de sus actos de campaña.