El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, instó este miércoles a sus seguidores para vestir la camiseta de la selección nacional de fútbol y votar con ella puesta en las elecciones del próximo domingo, en las que el actual jefe de Estado buscará su reelección.
Durante una transmisión en vivo a través de sus redes sociales, Bolsonaro criticó que la Justicia electoral esté considerando prohibir a las personas de vestir la camiseta dentro de los puestos de votación, debido a que los colores amarillo y verde están asociados a la campaña del gobernante.
“Señor Alexandre de Moraes -titular del Tribunal Superior Electoral- ¿Prohibir usar la camiseta de la selección? Eso es interferir demasiado. ¿Tiene miedo de qué? ¿Están preocupados por el mar verde y amarillo de personas votando?”, manifestó el líder de la ultraderecha brasileña.
De acuerdo con medios locales, algunos miembros de la Comisión de Transparencia, creada en 2021 por la propia Justicia electoral para fiscalizar los comicios, pidieron a De Moraes considerar esa prohibición, pero, según la misma prensa, el alto magistrado desestimó esa posibilidad.
En su programa, Bolsonaro intensificó también las críticas contra el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, candidato opositor y gran favorito para las elecciones del domingo.
De acuerdo con Bolsonaro, es “mentira” que Lula haya sido “absuelto” de los cargos por corrupción por los que permaneció preso durante 580 días y criticó la suspensión de un proceso contra el exgobernante por una deuda fiscal de 18 millones de reales (unos 3,6 millones de dólares).
El martes, el magistrado Gilmar Mendes, de la Corte Suprema, suspendió el proceso de cobranza fiscal contra Lula, favorito en todas las encuestas de intención de voto con entre quince y 18 puntos porcentuales de ventaja sobre Bolsonaro.
El mandatario citó que Mendes “formó parte de aquella votación que ‘descondenó’ a Lula y el proceso volvió a la primera instancia” y, según Bolsonaro, su rival político pretende “no pagar las cuentas de millones” que estaría debiendo al fisco y, además, “entrará con un pedido de indemnización contra el Estado brasileño”.
Lula, añadió el mandatario, busca “ser resarcido por el tiempo que estuvo preso. Y pueden estar seguros de que todos los delatores que devolvieron el dinero (desviado) van a pedir ese dinero de regreso con intereses y corrección monetaria”, ironizó.
Dijo también sentirse “avergonzado” por tener que realizar su programa por fuera de la residencia presidencial después de una orden de la Justicia electoral que lo impide de utilizarla para ese tipo de transmisiones durante la campaña.