Juan Manuel Ubeira, abogado de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró que en breve se realizarán más detenciones por el atentado contra la vida de la exmandataria.
“En el curso de la semana propondremos medidas de prueba para encaminar la cuestión hacia donde tiene que ser encaminada”, sostuvo el letrado, según consignó Noticias Argentinas.
En diálogo con “Hagamos algo con esto”, en La990, el representante de la titular del Senado anticipó que el próximo lunes entregará “un par de videos en los que se ve que una de las detenidas se la lleva un par de personas que parecen policías o servicios”.
“Está claro que algo detrás de todo esto hay”, alertó Ubeira, quien indicó que tiene “la mirada muy puesta en la Policía de la Ciudad en los días previos”.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que se produzcan nuevas detenciones en los próximos días, el abogado respondió: “Yo creo que sí”. Y aclaró: “Quedó descartado que sea un grupo de loquitos o un lobo suelto. Es una organización primaria que debe tener algún tipo de conducción superior”, remarcó.
Al referirse al último detenido, Gabriel Carrizo, el representante de la exmandataria indicó que “sorprende por muchas cosas, como que su abogado haya sido funcionario de la Embajada de Estados Unidos”.
“Tiene características de organizador y ahora pretendemos averiguar quién es el jefe de esta estructura”, afirmó.
Las sospechas de Cristina Fernández
Asimismo, indicó que la defensa de la vicepresidenta tiene una hipótesis de a quién responderían los detenidos, pero prefirió no dar detalles, destacó Perfil.
“Tenemos idea de qué es lo que está pasando, pero estamos trabajando en el tema de la prueba. Hay que hacer las cosas muy bien, porque es un hecho muy delicado”, dijo.
“No me interesa tanto las vinculaciones (con grupos de derecha), que tarde o temprano van a terminar saliendo, sino que lo que más me preocupa es quién los financia. Pareciera que de alguna manera alguien dentro de determinado tipo de ámbito le dio alas a estas personas”, agregó.
Y concluyó: “Este tipo de organizaciones hay que cortarlas de raíz, porque no solo está en juego la vida de la persona que yo represento y su familia, sino el modo de vida más o menos democrático que estamos llevando desde 1983”.