Los manifestantes recorrieron el centro de Caracas con una bandera venezolana gigante y gritando consignas a favor de un “salario digno”, mientras que en paralelo el chavismo manifestaba en apoyo al presidente Nicolás Maduro. Las manifestaciones no se cruzaron.
Una pancarta denuncia el salario de “hambre”; una manifestante llevaba un gorro de papel con el artículo de la ley sobre el derecho a la protesta de los trabajadores.
“Estamos protestando el día de hoy para pedirle a todas las autoridades que deroguen el instructivo Onapre”, dijo a la Agence France-Presse José Pérez, presidente del Sindicato de Trabajadores del Distrito Capital en referencia al criterio de la Oficina Nacional de Presupuesto para aplicar un aumento salarial decretado en marzo de 2022.
“Ha desmejorado la calidad de todos los trabajadores”, añadió.
Avance frustrado hacia el congreso
La marcha sindical pretendía llegar hasta el Parlamento, pero un piquete de la policía lo impidió y tras una breve discusión entregaron un documento en la sede de la Defensoría del Pueblo.
“Lo que tiene que hacer el gobierno realmente es revisar. Rectificar es de sabios cuando los errores son humanos y en estos momentos es la derogatoria del instructivo Onapre y el pago completo de las vacaciones de los maestros y de los trabajadores universitarios”, remarcó Eduardo Sánchez, presidente de la Federación de trabajadores Universitarios.
Los chavistas, por su parte, marcharon entre cantos y bailes para defender las medidas tomadas por Maduro.
“Estoy marchando por lo que dijo mi Presidente (…) son personas que lo tienen jodido, nuestro país se está cayendo poco a poco porque no les damos un parado (alto)”, indicó Graciela Carreño, trabajadora de una empresa estatal de aseo urbano, en relación a una reciente declaración del mandatario sobre los corruptos en la administración pública.
“Presidente Maduro meta presa a esa gente que nos ha hecho tanta maldad”, pidió Carreño.
En la marcha chavista los trabajadores también exigieron a Argentina la devolución del avión de carga retenido desde hace dos meses en Buenos Aires, que además enfrenta una solicitud de incautación por parte de una corte de Estados Unidos que argumenta una “violaron las leyes” cuando fue vendido por Irán a Venezuela.