El presidente de Perú, Pedro Castillo, reiteró este jueves su inocencia ante la fiscal general, Patricia Benavides, quien lo citó para que declare sobre su presunta injerencia en ascensos militares y policiales como parte de una de las cinco investigaciones preliminares que tiene abiertas en su contra.

El presidente de Perú, Pedro Castillo acudió esta mañana, casi por sorpresa, a la sede del Ministerio Público en el centro de Lima, después de que su abogado más mediático, Benji Espinoza, asegurara ayer que su cliente no asistiría al despacho fiscal por desavenencias sobre el lugar del interrogatorio.

Minutos antes de la cita, sin embargo, el mandatario justificó en Twitter que, pese a su “derecho a declarar en Palacio de Gobierno”, decidió “defender su inocencia y colaborar siempre con la justicia”.

Tras el encuentro, que se extendió por aproximadamente una hora, Espinoza reveló que Castillo apeló a su derecho constitucional de abstenerse de responder a las preguntas de la fiscal tras defender su inocencia.

“El presidente ha negado los cargos, ha ratificado su inocencia y luego ha señalado que, más adelante, cuando se le convoque, va a declarar, pero que por este momento va a ejercer su derecho constitucional, legal y convencional a guardar silencio”, detalló el abogado a la prensa.

El jefe de Estado, por su parte, aseguró que, ante la fiscal, negó formar parte “de ninguna red criminal” e insistió en que demostrará “en cualquier espacio, aquí, allá y donde sea” su inocencia.

“Yo no he cometido nada, a nadie he robado, a nadie he matado”, enfatizó en declaraciones a los medios.

Benavides investiga, por este caso, a Castillo por supuestamente haber concedido de forma irregular ascensos a dos oficiales del Ejército, tres de la Fuerza Aérea y dos de la Policía Nacional, con la presunta participación del exministro de Defensa Walter Ayala y su exsecretario presidencial Bruno Pacheco, implicado también en otros casos contra el mandatario.

Castillo niega obstrucción a la justicia

Esta es una de las cinco pesquisas preliminares que la fiscal tiene abiertas contra Castillo (cuatro de ellas vinculadas a su gestión), quien en apenas un año en el poder se convirtió en el primer presidente de la historia de Perú en ser investigado durante su mandato.

El pasado 17 de junio, el jefe de Estado ya dio su declaración por la acusación de presuntamente liderar una organización criminal enquistada en el Ejecutivo para obtener beneficios ilícitos de contratos que suscribió el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

En esta presunta trama de corrupción, también estarían implicados el exministro Juan Silva y un sobrino de Castillo, Fray Vásquez, quienes se encuentran prófugos de la Justicia.

El último cerco judicial contra el mandatario lo imputa de obstruir justamente la búsqueda y captura de estos exfuncionarios de su Gobierno, que ya acumulan cuatro meses en la clandestinidad.

Por este caso, Castillo deberá volver el próximo 9 de agosto a la sede fiscal a brindar su declaración, aunque hoy ya adelantó su postura que, de nuevo, niega todas las acusaciones.

“Niego cualquier intento de obstrucción a la Justicia, por el contrario me reafirmo en colaborar siempre con las investigaciones que se requieran”, escribió el mandatario en Twitter.