En un mensaje a la nación, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció que el Ejecutivo no volverá a conversar Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y quien lideró el encuentro de ayer junto con otros delegados de las comunidades indígenas, con la mediación de representantes de otros poderes del Estado, de la Iglesia católica y de derechos humanos.
El mandatario advirtió que solo dialogará con líderes de los pueblos y nacionalidades indígenas que estén abiertos a un “diálogo franco y real” y siempre que haya garantías de que no se producirán episodios de violencia como el ataque al convoy de militar en la amazónica provincia de Orellana.
“El Gobierno no se puede sentar a dialogar con quienes pretenden secuestrar la paz de los ecuatorianos”, manifestó el mandatario conservador.
Lasso lamentó la muerte del sargento José Chimarro, que formaba parte del resguardo a una serie de camiones que transportaban combustible en un momento donde se está registrando desabastecimiento en diversas zonas del país luego de dieciséis días de bloqueos y cortes de carreteras.
Falta de oxígeno
El gobernante también recordó un hecho similar ocurrido el fin de semana cerca de la sureña ciudad andina de Cuenca, donde un grupo de manifestantes atacaron un convoy que transportaba oxígeno medicinal y le impidió avanzar.
“Estamos a horas de que mueran personas por falta de oxígeno. Es un acto criminal jugar con la vida de inocentes”, advirtió Lasso, quien añadió que “el país ha sido testigo de todos los esfuerzos” hechos por su Gobierno para hallar una solución dialogada al conflicto.
Para instaurar el diálogo, el Ejecutivo derogó el estado de excepción que había sido decretado para frenar las protestas en seis provincias del país que concentraban las movilizaciones y mediante el cual se suspendían los derechos de asociación y de reunión.
Para atender las demandas de las organizaciones indígenas y campesinas, el Ejecutivo también aumentó de 50 a 55 dólares un bono para familias en condición vulnerable y duplicó el presupuesto para educación intercultural.
Asimismo, condonó a familias campesinas deudas vencidas de hasta 3.000 dólares, redujo las tasas de intereses en los créditos vigentes y se comprometió a subvencionar hasta en un 50% el costo de la urea, que se utiliza como fertilizante.
Rebaja de combustibles
El domingo por la noche anunció además la rebaja de 10 centavos de dólar en los precios de aquellos combustibles subsidiados, de modo que las gasolinas de 85 octanos pasarían a costar 2,45 dólares por galón (3,78 litros) y el diésel 1,80 dólares por galón.
Esta es una de principales exigencia dentro del pliego de diez demandas del movimiento indígena, que consideró insuficiente la medida tomada por el Gobierno, ya que su petición es que se reduzcan a 2,10 y 1,50 dólares, respectivamente, precios que tenían esos combustibles en junio de 2021.
Durante el diálogo sostenido el lunes en la Basílica del Voto Nacional, el Ejecutivo también derogó un decreto para fomentar la producción petrolera en la Amazonía y se comprometió a no dar nuevas concesiones mineras en áreas naturales protegidas e intangibles.
Otras demandas de las organizaciones promotoras de las protestas son no privatizar empresas estatales, libre ingreso a las universidades, control de precios de productos de primera necesidad y evitar la flexibilización laboral, punto que quedaron para trabajar en mesas técnicas separadas.
“Vamos a trabajar por ustedes con soluciones efectivas. No vamos a dialogar con quienes mantienen el Ecuador como rehén, con quienes atacan a nuestras fuerzas de seguridad y juegan con la salud de los ecuatorianos”, dijo Lasso, tras calificar a Iza de “oportunista”.
Las protestas comenzaron el 13 de junio y hasta el momento dejan un saldo de seis fallecidos, entre ellos el militar perecido en la madrugada de este martes, así como alrededor de 400 heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.