Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, una de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en la región andina de Potosí. Y, en menor proporción, en los yacimientos de Pastos Grandes, también potosino, y Coipasa, compartido entre el departamento boliviano de Oruro y Chile.
Las seis empresas que probaron sus tecnologías de extracción directa del litio (EDL) en Bolivia aprobaron esta fase piloto y ahora el Gobierno de Luis Arce planteará a cada una sus “condiciones soberanas” para que puedan aplicar estas técnicas en los salares bolivianos.
El presidente de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Carlos Ramos, recordó este miércoles en una rueda de prensa en La Paz que las seis firmas hicieron pruebas piloto con las salmueras de los salares bolivianos.
“Los resultados obtenidos son que todas las tecnologías evaluadas son aplicables de acuerdo a los indicadores señalados”, destacó Ramos.
El funcionario explicó que estas empresas “han reportado una tasa de recuperación mayor al 80 %” e incluso superior al 90 % en algunos casos.
“Con base en estos resultados, YLB convocará a cada una de las seis empresas evaluadas, precautelando siempre la soberanía de nuestros recursos estratégicos, para que las empresas puedan aplicar sus tecnologías en nuestros salares”, señaló.
Las fases para explotar litio en Bolivia
El proceso para esta fase piloto comenzó en abril de 2021, cuando se lanzó la convocatoria internacional para que firmas interesadas puedan probar su tecnología EDL con las salmueras bolivianas.
A fines del año pasado, el Gobierno boliviano firmó memorandos de entendimiento para estas pruebas con compañías chinas.
Estas son CATL BRUNP & CMOC, CITIC GUOAN/CRIG, Xinjiang TBEA Group y Fusion Enertech; las estadounidenses Lilac Solutions y EnergyX; la rusa Uranium One Group y la argentina Tecpetrol.
La semana pasada, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó que seis de las ocho empresas entregaron sus propuestas finales y dos quedaron descalificadas, sin precisar cuáles.
Ramos detalló en esta jornada que al término del tiempo señalado para presentar las propuestas finales, Tecpetrol no envió ningún documento.
Además, Energy X lo hizo “fuera del plazo previsto”, lo que les inhabilitó para la etapa de evaluación técnica, cuyos resultados son los presentados en esta jornada.
Según el funcionario, algunos aspectos que se tuvieron en cuenta para la evaluación fueron la recuperación del litio y el consumo de agua. A esto se suman la pureza del producto, el tiempo de obtención y la energía empleada, entre otros.
“Cada una de las empresas tiene sus tecnologías habilitadas, es decir, han dado resultados para trabajar con la química de nuestros salares”, precisó Ramos.
Lo que viene
El siguiente paso serán las reuniones para “plantear las condiciones bajo las cuales las empresas podrían trabajar con YLB”.
Esto, “para poder continuar en el proceso de industrialización y avanzar en la implementación e instalación de industrias de litio en los diferentes salares”, indicó.
Según Ramos, se podría trabajar con más de una empresa para contar con “más de un frente de trabajo” a fin de acelerar la industrialización de los recursos evaporíticos bolivianos.
La cuestión financiera, las inversiones y otros parámetros para establecer una industria en los salares se verán más adelante, agregó.
El país ya tiene en funcionamiento plantas de industrialización de sales, de cloruro de potasio, una piloto de carbonato de litio y está en construcción otra de mayor escala en la que se prevé producir unas 15.000 toneladas.