El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, indicó que se trató de un "lamentable accidente" y descartó totalmente que fuese una "bomba" o un "atentado". Entre los fallecidos se encuentran cuatro niños y una embarazada. Una turista española perdió la vida, según confirmó el gobierno español.
A 32 se elevó este sábado el número de muertos en la fuerte explosión que se produjo la víspera en un hotel de lujo en el centro de La Habana, reportaron este sábado las autoridades cubanas.
La responsable provincial del Frente de Restablecimiento de Contactos Familiares de la Cruz Roja, Gloria Bonnin, confirmó a la agencia estatal Prensa Latina que son 19 los desaparecidos, según la lista elaborada hasta el momento.
Poco antes, el primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en La Habana, Luis Antonio Torres, precisaba que 25 de los muertos han sido identificados y ya se han contactado a sus familiares.
Entre las víctimas hay cuatro niños y una embarazada; y la mayoría de los fallecidos son de La Habana, tres de Holguín (oriente), uno de Matanzas (occidente), añadió la fuente citada por el diario local Tribuna de La Habana.
También trascendió que una turista española falleció en el suceso y otro turista de la misma nacionalidad se encontraba entre los lesionados reportados como “muy graves”, según informaron a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
Los heridos totalizan 80 personas.
Durante toda la noche han proseguido en el lugar del siniestro las labores de desescombro y rescate, entre fuertes medidas de seguridad, ante el riesgo de nuevos desprendimientos.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que visitó el lugar poco después del siniestro, subrayó que se trató de un “lamentable accidente” y descartó totalmente que fuese una “bomba” o un “atentado”.
El suceso se produjo minutos antes de las 11 de la mañana, cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel. La tesis más probable es que la explosión se debiese a un escape.
La explosión hizo que colapsase una sección del edificio -de siete alturas- y que se desprendiese la fachada de los tres primeros pisos, provocando una lluvia de escombro sobre la acera. El camión cisterna quedó parcialmente sepultado.
La explosión provocó una gran columna de humo blanco, que fue visible en gran parte de la capital.
Al lugar de los hechos acudieron rápidamente bomberos, agentes de policía y equipos de emergencias, que trasladaron a los afectados a varios centros hospitalarios. Un colegio cercano fue evacuado.
Un grupo de especialistas comenzó entonces a desescombrar la zona en busca de posibles víctimas atrapadas en el edificio, tareas que se prolongaron hasta la noche.
De forma paralela se levantó con una grúa y entre grandes precauciones el camión cisterna accidentado, que tenía aún gas licuado altamente inflamable en su interior, y se depositó en un camión de grandes dimensiones para su traslado.
En los próximos días se tendrá que realizar una inspección técnica al edificio, para decidir si puede restaurarse o si los daños estructurales aconsejan su derribo.
El ministro de Construcción, René Mesa Villafaña, indicó que parece que el edificio “es recuperable”, pero que es preciso hacer un análisis técnico.
El Saratoga se encuentra en un edificio de estilo neoclásico construido en 1880, que desde 1911 funciona como hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005, según medios oficiales.
Con cinco estrellas, el hotel es considerado uno de los más lujosos de la ciudad. El establecimiento se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la Habana Vieja, en el centro histórico de la capital cubana.
Actualización: Una primera versión de este artículo fue actualizada con información entregada por las autoridades cubanas a los medios internacionales. El conteo de víctimas fatales aumentó de 25 a 32.