La empresa estatal rusa Gazprom anunció el miércoles la interrupción total de sus exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos, una exigencia de Moscú que rechazan la mayoría de los países del bloque europeo.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que los contratos de gas con Rusia no se pagarán en rublos.
La autoridad europea además agregó que no descarta la posibilidad de reabrir el debate sobre un posible embargo de hidrocarburos.
El también vicepresidente de la Comisión Europea aprovechó su visita a Chile -la primera parada de su gira por Latinoamérica- para referirse a la posición de la UE sobre lo que denominó la última “agresión de Rusia”.
El bloque europeo rechazó imponer un embargo al gas o al petróleo rusos y descartó también un impuesto a la importación de carburantes.
Así lo detalló el alto funcionario durante una rueda de prensa en la inauguración de la nueva embajada de la UE en Santiago.
Sin embargo, el rechazo inicial “no quiere decir que (estas sanciones) no se puedan volver considerar a la vista de los acontecimientos y de cómo se están desarrollando”.
“Todos los estados miembro están unidos en una respuesta solidaria. Lo que le pase a Polonia y Bulgaria le pasa a la Unión Europea”, esgrimió Josep Borrell, que defendió que “hay capacidad para sustituir el suministro de gas a estos países a través de otras fuentes”.
El corte llegó un mes después de que el mandatario ruso, Vladimir Putin, impusiera que el gas ruso debe pagarse en rublos.
Pagos en euros o dólares
El alto funcionario agregó que “los contratos se cumplirán estrictamente en los términos en los que están previstos” y “donde se dice que se paga en euros o en dólares, se hará en euros o en dólares”.
“Naturalmente Rusia hará lo imposible para intentar que esos pagos se hagan en una moneda que nos ponga en dificultad, forma parte de las reglas del juego”, indicó.
Hasta el momento, el corte de suministro es la reacción más dura que toma Rusia en represalia por las medidas impuestas por Occidente a la congelación de las reservas del Banco Central de Rusia.
A esto se suma además la desconexión de varios bancos rusos del sistema interbancario internacional SWIFT.
Los combustibles rusos tiene un peso fundamental en el engranaje productivo de la UE (27 % de petróleo, 46 % de carbón y 40 % de gas), mientras que para Estados Unidos, que prohibió en marzo la importación de hidrocarburos rusos, son marginales (un 8 % de petróleo y refinados, un 5 % de carbón y un 0,5 % de gas en 2021).
Acuerdo de asociación Chile-UE de Josep Borrell
En la víspera, Borrell se encontró con el gobernante chileno, el progresista Gabriel Boric.
Esto, para tratar las negociaciones sobre la modernización del Acuerdo de Asociación entre el bloque europeo y Chile, que se firmó hace casi 20 años.
“Comprendo que el nuevo Gobierno necesite tiempo para estudiar bien cuál es el acuerdo. Espero que su reconsideración no signifique reabrir las negociaciones, sino entender mejor cuáles son los términos”, aseguró el alto mando.
Pese a que la modernización del acuerdo se dejó casi hilvanada con la administración del conservador Sebastián Piñera (2018-2022), el nuevo presidente, Boric, todavía no ha anunciado la firma. A pesar de esto, aseguró que está “trabajando la coordinación” entre ambas partes.
“El acuerdo será, cuando se firme, el más completo y más moderno que la UE tenga con ningún otro país, y será un modelo a seguir”, señaló.
La UE es el primer inversionista extranjero en Chile y su tercer socio comercial.
En 2020, el comercio entre entre ambas partes alcanzó un valor de 13.400 millones de euros, mientras que el stock de IED de la UE en el país latinoamericano llegó en 2019 a 89.900 millones de euros (más de 90.000 millones de dólares), representando el 36 % del total de la inversión extranjera en el país.