Un tribunal de Tegucigalpa declaró este jueves culpable de delitos de corrupción a la ex primera dama de Honduras Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), quien le acompañó durante la lectura del fallo de la repetición del juicio.

Bonilla fue condenada en el nuevo juicio como “coautora de un delito de fraude continuado en perjuicio de la administración pública conforme con los establecido en el artículo 482 del Código Penal”, según la resolución del Tribunal de Sentencia.

La ex primera dama también fue declarada culpable “como coautora de un delito de apropiación indebida continuada en perjuicio del patrimonio”, añadió el tribunal.

Su ex secretario privado Saúl Escobar también fue declarado culpable por un delito de fraude a título de coautor en perjuicio de la Administración Pública, señaló el poder Judicial.

Los jueces hondureños fijaron para el 28 de marzo la audiencia de individualización de pena y sentencia.

En marzo de 2020, el Supremo hondureño ordenó repetir el juicio a Bonilla, así como el de su ex secretario privado, tras declarar ha lugar dos recursos presentados por la defensa de los acusados, por lo que la ex primera dama fue liberada el 23 de julio de ese año.

El primer juicio a la ex primera dama y su exsecretario se celebró en febrero de 2019, y en septiembre de ese año fueron condenados a 58 y 48 años de cárcel, respectivamente, de los que por ley no pueden cumplir más de 30, después de que el Tribunal de Sentencia los declarase culpables por apropiación indebida y fraude.

Revocar medidas cautelares

El Ministerio Público solicitó al Tribunal de Sentencia que revoque las medidas cautelares de Bonilla y Escobar, y ordene la detención de ambos, lo que rechazaron sus defensas.

Bonilla fue detenida el 28 de febrero de 2018 luego de una investigación del Ministerio Público coordinada con la otrora Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), que dependía de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Su ex secretario privado se entregó en marzo de 2018 a las autoridades hondureñas.

Según la denuncia del Ministerio Público, los acusados “conformaron una organización delictiva para apropiarse de fondos durante los años 2011 al 2015 a través de 70 cheques otorgados a nueve personas simulando relaciones contractuales, para dar apariencia de legalidad, que después convertían en dinero en efectivo”.

Bonilla manejó una cuenta bancaria, donde tuvo ingresos por 94,7 millones de lempiras (unos 4 millones de dólares), recursos provenientes de diferentes fuentes, entre ellas donaciones de la Embajada de Taiwán para proyectos sociales que debían ser ejecutados por la Unidad de Desarrollo Comunitario (Udeco) durante el período 2011-2014, señaló.

La ex primera dama abrió el 22 de enero de 2014 una cuenta personal en un banco hondureño y ese mismo día depositó “12 millones de lempiras (unos 500.000 dólares) a través de un cheque proveniente de cuenta oficial”, indicó el Ministerio Público.

El organismo hondureño y la Maccih descubrieron que desde el 2011 “se utilizó la cuenta oficial” de Bonilla para “emitir 35 cheques a nombre de nueve personas que sólo cobraban el cheque en el banco y regresaban el dinero en efectivo a la red”.

“Esta modalidad se usó también con su cuenta personal para convertir en efectivo parte de los 12 millones de lempiras a través de 45 cheques emitidos a las mismas nueve personas, incluso cuando Bonilla dejó de ocupar el cargo de primera dama”, añadió el Ministerio Público.