“La decisión de ustedes viene del voto. Habrá elecciones este año y cada uno tiene que votar en quien crea que puede ayudar a mejorar el país”, dijo Bolsonaro en una transmisión por sus redes sociales.
Todas las encuestas de cara a las elecciones de octubre indican como claro favorito al progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó entre 2003 y 2011 y es el principal antagonista de Bolsonaro.
Bolsonaro, quien hizo la transmisión desde una ceremonia en que reunió a sus ministros para presenciar el izamiento de la bandera nacional en su residencia oficial, pareció aludir a su desventaja al citar lo que ocurrió en Chile, con la victoria electoral de Boric, quien asumió el poder el pasado viernes.
“El personal muchas veces reclama: miren Chile. Pero en Chile los que decidieron fueron los omisos, que no quisieron votar en nadie, porque la izquierda siempre votó”, de modo que “no reclamen”, dijo.
Según Bolsonaro, “así pasó en otros países”, pues “la democracia es linda, es maravillosa, pero pasa por el elector”, que debe tener “conciencia, entendimiento y responsabilidad” para “no delegar en terceros” lo que será “el futuro de Brasil”.
El líder de la ultraderecha aún no ha formalizado su aspiración a la reelección, pero se prevé que lo hará el próximo día 26, en un acto que prepara el Partido Liberal (PL), al que se afilió a fines del año pasado.
Lula, por su parte, que tampoco confirma oficialmente lo que ya nadie niega, ha dicho que anunciará su candidatura por el Partido de los Trabajadores (PT) y una amplia coalición progresista durante los primeros días de abril.