La Organización de Naciones Unidas ofreció este jueves asistencia a Perú en respuesta al derrame de petróleo de un buque que descargaba crudo para la refinería de La Pampilla y que se vio afectado por el tsunami generado por la erupción volcánica de Tonga.
“Nos solidarizamos con el Gobierno y con todos los peruanos, que se enfrentan al impacto de un trágico vertido”, señaló el portavoz de la organización Stéphane Dujarric en su conferencia de prensa diaria.
Según el vocero, el coordinador residente de Naciones Unidas en Perú, Igor Garafulic, se reunió hoy con las autoridades y ofreció el pleno apoyo de su equipo para responder al “desastre ecológico” en cooperación con los servicios humanitarios de la ONU.
El Gobierno peruano ha calificado al derrame de unos 6.000 barriles de crudo como “el peor desastre ecológico” de los últimos años y ha pedido que la empresa española Repsol actúe de forma urgente para solucionar los efectos del derrame, que tuvo lugar el sábado.
Según la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, la compañía petrolera afronta una posible sanción económica y acciones civiles indemnizatorias contra los responsables, según se desprende de las investigaciones iniciadas a nivel del Ejecutivo y la Fiscalía por presunta contaminación ambiental.
El Gobierno del presidente Pedro Castillo conformó un comité de crisis para trabajar de manera articulada entre los ministerios del Ambiente, Agricultura, Defensa, Producción, Energía y Minas, y Relaciones Exteriores.
El objetivo es lograr que “este desastre tenga un mecanismo de contención mucho más rápido”, dijo Vásquez este miércoles en una rueda de prensa.