El Gobierno de Argentina afirmó que seguirá pagando los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta alcanzar un acuerdo de refinanciación por más de 40.000 millones de US$ de deuda con ese organismo.
“Por el momento, estamos llevando adelante negociaciones y no sabemos en qué momento se va avanzar con el acuerdo con el FMI. Todos sabemos que Argentina ha decidido pagar en tanto se llegue al acuerdo”, afirmó en rueda de prensa este jueves la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
Esto, respecto a un vencimiento de capital previsto para la próxima semana de 751 millones de dólares.
Estas declaraciones se producen dos días después de que el canciller argentino, Santiago Cafiero, viajara a Washington para reunirse con su par estadounidense, Antony Blinken, con las negociaciones con el FMI como telón de fondo.
Durante su comparecencia, Cerruti subrayó el reconocimiento estadounidense del “crecimiento vigoroso” que atraviesa la economía argentina. Además, desmintió que Washington pidiera un “plan económico” a Argentina para llegar a un acuerdo con el FMI.
“En ningún momento Estados Unidos dijo qué plan económico tenía que tener la Argentina ni pidió ningún tipo de ajuste. Fue una conversación política”, aseveró la vocera presidencial.
Pago de Argentina al FMI
Argentina busca sellar con el FMI un acuerdo de facilidades extendidas para refinanciar las deudas contraídas a partir del acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 entre el organismo y el entonces Gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019), que actualmente ronda los 41.000 millones de dólares.
Según el acuerdo de 2018, Argentina debería pagar al organismo, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares este año.
A esta cifra se suman 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones durante el año 2024.
Se trata de unos vencimientos que el Gobierno del peronista Alberto Fernández ya ha dicho que el país, que atraviesa desequilibrios macroeconómicos, no está en condiciones de afrontar.
Los compromisos más voluminosos de este año empiezan a operar en marzo, cuando Argentina debería pagar 2.838 millones de dólares. Esto mete al país aún más presión sobre el bajo nivel de reservas monetarias netas del país.