El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, acusó este martes al líder indígena Leonidas Iza, con quien sostuvo negociaciones tras las protestas de octubre contra el alza de los precios de los combustibles, de querer sembrar “un ambiente de anarquía” en la nación sudamericana.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) tildó a su vez de “fascista” y “mentiroso” al mandatario conservador.
“Él es un anarquista, él no es un demócrata (…) él quiere crear un ambiente de anarquía” en el país, sostuvo Lasso en un diálogo con periodistas.
“Al señor Leonidas Iza hay que enfrentarlo con la Constitución y con la ley en la mano diciéndole claramente que esas actitudes anárquicas contravienen disposiciones legales”, dijo el gobernante.
Además, añadió que el líder indígena es un inconforme con la atención a los reclamos de su sector.
Con ocasión de un acto indígena, Iza respondió: “presidente de la república, no tenga esa actitud fascista. Eso simplemente demuestra la incapacidad de resolver los problemas de los ecuatorianos”.
Lasso y el titular de la Conaie se reunieron en noviembre para desactivar una crisis social desatada por incrementos de los combustibles. Esto, con protestas que dejaron 37 detenidos y ocho policías heridos.
Lasso acusa anarquía
La administración de Lasso aumentó de hasta 12%, llevando el precio del diésel de 1,69 a 1,90 dólares y el de gasolina de 2,50 a 2,55 dólares.
Tras la negociación, se comprometió a analizar la propuesta de bajar el precio del diésel a 1,50 dólares y de la gasolina común a 2,10 dólares.
Iza instó a Lasso a “honrar su palabra porque hasta ahora lo único que ha demostrado en este país es mentira tras mentira”.
Desde 2020 el valor de los combustibles en Ecuador ha aumentado de manera progresiva un 90%.
El gobernante dijo este martes que tiene “los brazos abiertos, la mano extendida” para conversar con las organizaciones sociales y buscar acuerdos.
La opositora Conaie -que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005- anunció que desde enero próximo retomará las protestas permanentes para reclamar por la baja de los combustibles.
Lasso adelantó que empleará “toda la fuerza publica” para que “quienes quieren anarquizar este país, interrumpir servicios públicos y profundizar una crisis económica ya de por sí afectada por la pandemia terminen con sus huesos en la cárcel”.
Los indígenas, que en octubre de 2019 también encabezaron manifestaciones que dejaron once muertos, reclaman el cese de la explotación de recursos naturales en las zonas donde habitan, un punto sobre el que tampoco hay acuerdo con el gobierno.
“Vamos a luchar contra toda forma de privatización, contra toda imposición del Fondo Monetario Internacional”, señaló Iza.