En los comicios participan 14 partidos y doce candidatos presidenciales, y la jornada está siendo observada por más de 400 enviados especiales de la Unión Europea, la OEA,la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), expresidentes latinoamericanos y misiones de países amigos, entre otros.
Las elecciones generales en Honduras se celebran con alta afluencia de votantes y el criterio de los candidatos presidenciales y observadores de que la jornada se desarrolla en orden y en tranquilidad.
“La afluencia de los votantes es muy buena”, dijo a Efe el jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE-OEA), el expresidente costarricense Luis Guillermo Solís.
Solís indicó que las Juntas Receptoras de Votos abrieron con un retraso de 30 minutos sobre el horario previsto, pero “todo el material llegó”.
En los colegios electorales que Efe pudo visitar en Tegucigalpa, la capital hondureña, todo parecía transcurrir con cierta lentitud -algo que desesperaba a algunos votantes- pero con normalidad y sin incidentes relevantes desde la apertura de las urnas.
El expresidente de Costa Rica señaló que el proceso electoral se desarrolla “bastante bien”, pero que todavía “es pronto para hablar del resultado de las elecciones”.
Votación en paz
La tranquilidad a nivel nacional, con denuncias sobre la apertura tardía en algunos colegios electorales, la han destacado los tres principales candidatos: Nasry Asfura, del gobernante Partido Nacional; Xiomara Castro, de Libertad y Refundación (Libre), y Yani Rosenthal, del Partido Liberal.
Asfura le pidió a los hondureños “demostrar paz y tranquilidad” luego de ejercer el sufragio en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en Tegucigalpa.
“Hay que esperar hasta el último momento, debemos respetar, tener tranquilidad y dar muestra de civismo, sobre todo los políticos”, subrayó el candidato oficialista.
Xiomara Castro, esposa del expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado en junio de 2009, también invitó a la ciudadanía a votar de forma masiva para “hacer un cambio en nuestro país”.
Después de votar en el departamento oriental de Olancho, Castro dijo que los hondureños tienen “la oportunidad de hacer un cambio” y que “ese cambio debe ser de verdad”.
Los comicios, en los que participan 14 partidos y doce candidatos presidenciales, son observados por más de 400 enviados especiales de la Unión Europea, la OEA,la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), expresidentes latinoamericanos y misiones de países amigos, entre otros.
El consejero presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Kelvin Aguirre, dijo que “la construcción de la democracia es permanente” y que “una democracia que nos represente a todos, no se logra en un día”.
Señaló que la democracia es el “activo más valioso” de una sociedad y pidió respetar la “voluntad soberana del pueblo”.
La jefa de la misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE), Zeljana Zovko, dijo que hasta ahora las elecciones se desarrollan en un “ambiente tranquilo dentro y fuera de las juntas receptoras de voto”.
La diputada del Parlamento Europeo agregó que espera que las elecciones generales en Honduras sean “libres, limpias y en paz”, para que la jornada “siga siendo pacífica y sin violencia”.
La masiva afluencia de votantes registrada en la capital hondureña se repite en varias ciudades y municipios del país centroamericano.
De hecho, los colegios electorales estaban repletos desde primera hora de la mañana, en algunos casos en orden y con separación por la pandemia de covid-19, pero en otros con aglomeraciones.
En muchos centros electorales, según constató Efe, se concentraron personas de la tercera edad y con capacidades especiales que, en sillas de ruedas, apoyadas en bastones o de la mano de un familiar, ejercieron su derecho al voto.
A los votantes les toman la temperatura y les aplican gel antibacterial en las manos en la entrada de los centros de votación, donde el protocolo de seguridad y los retrasos logísticos provocaron largas filas.
El director de la Unidad de Financiamiento, Transparencia, Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos de Honduras, Germán Espinal, dijo a Efe que aboga porque las elecciones “resuelvan la gobernabilidad democrática” del país.
Un anhelo que Espinal ve difícil, considerando la situación de pobreza de Honduras, como parte de una “herencia colonial”.
“Hasta en eso fuimos la provincia más pobre durante la época colonial”, enfatizó el titular de la Unidad de Financiamiento, Transparencia, Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos de Honduras, también conocida como “Unidad de Política Limpia”.
Más de 5 millones de hondureños, de los 9,5 millones de habitantes del país, están convocados a las urnas en un país marcado por la violencia criminal que deja más de diez muertos diarios, la pobreza y una crisis económica sin precedentes.
En Honduras no hay segunda vuelta electoral.