Estas elecciones en Venezuela son importantes, aun en condiciones desiguales. Si la oposición no ofrece alternativas, no habrá votos. Al previsto fracaso en las urnas, le debe seguir la reinvención, concluyen expertas.

Este domingo 21 de noviembre Venezuela elegirá a 23 gobernadores, 335 alcaldes y Consejos Legislativos (parlamentos regionales), en las megaelecciones del país. Alrededor de 70.000 candidatos compiten por 3.082 mandatos.

“A pesar de las dimensiones de estacontienda electoral, las actividades de la campaña han sido más bien discretas y las expectativas de participación, como los resultados de la oposición, más bien moderados”, dijo a DW una analista de la fundación alemana Konrad Adenauer (KAS), una institución de orientación cristiano-demócrata.

“En Venezuela reina, en efecto, un ambiente de ‘casi’ normalidad. El coronavirus está prácticamente de vacaciones”, narró una científica de la fundación alemana Friedrich Ebert (FES), de tendencia socialdemócrata.

¿Qué hace “especiales” estas elecciones en Venezuela, un país de más de 28 millones de habitantes?

Para la estudiosa de la KAS, el hecho de que la oposición decidiera participar tras boicotear las elecciones parlamentarias de 2020 hace de estos comicios un evento relevante.

No en vano, estas elecciones regionales son vistas como un peldaño hacia las presidenciales y parlamentarias de 2024.

En este contexto, la Misión de Observación Electoral de la UE (MOE) adquiere mayor relevancia y su balance se esperará con gran expectativa.

Y en cuanto al bando opositor, “observadores dan por sentado que después del 21 de noviembre se producirá una renovación de líderes dentro de la oposición.

Además, surgen diferentes opiniones sobre la continuidad del gobierno interino”, dice un análisis de la Fundación Konrad Adenauer, publicado este 17 de noviembre en Berlín.

Encuestas como la de Delphos-Cepy UCAB concluyen que un 50% acudirá a las urnas, mientras otras dicen que apenas lo hará el 40%.

En cuanto a las expectativas de los venezolanos, la estudiosa de la FES destaca que “en realidad, los venezolanos siempre tienen grandes expectativas sobre las elecciones, pero esta vez faltan alternativas”.

El dilema de las megaelecciones de Venezuela

Los venezolanos han estado atrapados en el dilema: votar es apoyar al régimen y no votar es dejarle el campo.

“Efectivamente”, asiente la investigadora de la FES, quien concluye que “la estrategia del boicot ha fracasado”.

No sin advertir que “si los partidos de oposición se hubieran preparado adecuadamente, si se hubieran unido y no estuvieran peleándose entre sí, habrían tenido una oportunidad real”.

¿Qué respalda esa tesis?

“En estas elecciones el tema predominante no ha sido ninguna doctrina política sino el ¿por qué no tengo gas?, ¿cuándo tendré electricidad? ¿por qué es tan cara la gasolina? ¿cómo podemos organizar las cosas mejor?” responde la experta.

Describió además que “las cosas van tan mal para gran parte de la población en Venezuela que alguien que hubiera tenido un plan convincente de mejoras sería votado hasta por los chavistas convencidos”.

“En Venezuela aumenta la severidad de la pobreza”

La encuesta ENCOVI sobre las “Condiciones de vida de los venezolanos: entre emergencia humanitaria y pandemia”, realizada por la Universidad Andrés Bello concluyó que “en Venezuela aumenta la severidad de la pobreza”.

“Los hogares se alejan de la frontera de su superación y en consecuencia sigue creciendo la pobreza extrema”, agrega el documento.

Esto “tal vez explique también por qué la población no tiene grandes expectativas en las elecciones regionales del 21 de noviembre”, dice el análisis de la KAS.

La experta de la FES reconoce las desiguales condiciones en que tienen lugar estas elecciones para la oposición.

“Aquí no hay una democracia que funcione: la prensa, la radio y los medios sociales institucionales están en las firmes manos del Gobierno”, dijo.

Aún así, considera la investigadora, “la oposición unida hubiera logrado algo más que unas cuantas alcaldías”.

Megaelecciones en Venezuela

“En general, se dice que a la oposición no le irá muy bien y tendrá que renovarse. La cuestión es quiénes son realmente los líderes. ¿Existen quizás nuevas fuerzas?”, apunta la estudiosa de la KAS, quien coincide en que “la oposición tendrá que reposicionarse o reinventarse”.

Por otro lado, “la misión de observación electoral, controvertida en el seno de la UE, es vista con buenos ojos por la mayoría de la oposición, aunque hay temores de que sea instrumentalizada por el gobierno de Maduro o que se apliquen normas insuficientes”, dice el análisis berlinés de la KAS.

A pesar de los tropiezos, “la UE ha obrado de forma más bien acertada”, cree la experta de la FES, quien destaca que en Venezuela, fuera de la cancelada mesa de diálogo en México, hay ciudadanos que están promoviendo el diálogo, que señalan alternativas para apoyar el desarrollo político”.

En cuanto al papel de la Unión Europea, la científica de la FES está convencida de que debe seguir “tendiendo puentes y mostrando alternativas a la discusión”.