La embajada de Estados Unidos, negó este domingo conspirar para romper la mayoría en el Congreso, controlado por los aliados del presidente, Nayib Bukele, tal como lo denunció recientemente el oficialismo.
La embajada “niega categóricamente las acusaciones vertidas en una grabación publicada recientemente en la cuenta de Twitter de Nuevas Ideas”, consignó la sede diplomática en un comunicado.
El sábado, tras filtrar una conversación de las supuesta negociación, el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) separó a dos de sus diputados, acusados de conspirar para terminar con la mayoría que ostenta en el Congreso, con el apoyo de un presunto emisario de Estados Unidos.
“Las personas que hablan en el audio no son representantes de la Embajada de Estados Unidos”, aclaró la representación diplomática.
El líder de la bancada de NI, Christian Guevara, dijo que tomaron “la decisión de separar del grupo parlamentario a José Ilofio García y Gerardo Balmore Aguilar (…) debido al posible cometimiento de un delito” al pretender recibir “prebendas” de parte de autoridades estadounidenses.
Las dádivas, según Guevara, irían “a cambio de facilitar la ruptura del grupo parlamentario de Nuevas Ideas y lograr que entre 15 y 20 diputados abandonaran la fracción”. El oficialismo, tiene 61 de 84 escaños en el Parlamento.
“Estados Unidos no apoya a un partido político sobre otro y se reúne con una amplia variedad de funcionarios del gobierno de El Salvador y ciudadanos salvadoreños, como es normal en todas las relaciones diplomáticas”, subrayó la embajada.
En El Salvador, el objetivo de Estados Unidos “sigue siendo el mismo desde hace años: crear oportunidades y ayudar a mejorar la seguridad para que los salvadoreños no se vean obligados a abandonar su país”, enfatizó.
El presidente Bukele, replicó en Twitter el comunicado de la embajada, junto con un meme de una mujer guiñando un ojo, como quien muestra incredulidad en la versión expuesta.
La Asamblea Legislativa es dominada por NI y La Gran Alianza Nacional (Gana), bajo cuya bandera Bukele obtuvo la presidencia.
En virtud de ese dominio, desde su instalación el 1 de mayo pasado, el Congreso tomó decisiones controversiales, como la destitución de los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema y del Fiscal general.
Los nuevos magistrados luego emitieron un fallo que permite a Bukele postularse a un nuevo mandato consecutivo, pese a que la reelección no está permitida.
Washington y la comunidad internacional han considerado todas estas acciones como una vulneración al estado de derecho y un intento de Bukele de concentrar el poder.
Ironizando con las críticas, el jefe de Estado se ha descrito en Twitter como el “dictador” o el “emperador” de El Salvador.