El octogenario expresidente peruano Alberto Fujimori se recupera el lunes de noche de una sorpresiva intervención al corazón mediante un cateterismo, aseguró su hija mayor y heredera política Keiko Fujimori.
“Mi padre ha culminado una intervención, se le ha hecho un cateterismo y se le ha colocado un stent”, agregó la hija en declaraciones a periodistas en los exteriores de la clínica El Golf.
Según Keiko Fujimori, durante la intervención, que duró unos 50 minutos, “se encontró que una de las arterias tenía una obstrucción en un 70%, por eso fue necesaria la colocación del stent”.
Alberto Fujimori, de 83 años de edad, se encuentra ahora en la unidad de cuidados intensivos de la clínica donde una junta médica sigue su evolución antes de decidir cuándo darle de alta para que eventualmente retorne a prisión.
Su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga, había informado más temprano a la AFP que el expresidente debía ser “intervenido del corazón, una operación para su edad”, tras sufrir taquicardia incontenible el domingo.
El exgobernante, de origen japonés, había sido trasladado de emergencia la noche del viernes a la clínica peruano-japonesa Centenario desde su prisión en una base policial de Lima luego de que los médicos del reclusorio le suministraran oxígeno.
Fujimori, que comandó los destinos de Perú entre 1990 y 2000, fue internado por problemas respiratorios ligados a una fibrilación auricular que lo afecta desde 2018.
Al visitarlo en esa clínica, Keiko Fujimori había dicho que el estado de salud de su padre era “delicado” y que “su problema en el corazón se ha agudizado”.
Este lunes fue trasladado de la Centenario a la clínica especializada El Golf para someterse a la intervención.
La crisis de salud del expresidente se produce en momentos en que el gobierno peruano de izquierda anunció su intención de cambiarlo de prisión por considerar que está en una “cárcel dorada”.
Fujimori cumple una sentencia de 25 años de cárcel por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde un escuadrón de la muerte del ejército asesinó a 25 personas -incluyendo un niño- en una supuesta operación antiterrorista durante su gobierno.
Preso desde 2007, ha padecido recurrentemente problemas respiratorios y neurológicos (parálisis facial) e hipertensión. En marzo, fue internado también por problemas respiratorios.
Un tribunal peruano había declarado infundado en mayo de 2020 un recurso de la familia que pedía su excarcelación ante el riesgo de contraer covid-19. La resolución resaltó que Fujimori es el único recluso en la base policial, descartando la probabilidad de hacinamiento y contagio, como ocurre en otras prisiones del país sudamericano.