Organizaciones sociales argentinas toman este jueves las calles de Buenos Aires en reclamo de mejoras económicas en medio de una grave crisis política del gobierno del presidente peronista de centrozquierda Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández.
Mientras grupos de izquierda convocaron a protestar contra el gobierno, en medio de una crisis económica que ha sumido a más del 40% de la población en la pobreza, otras organizaciones de tendencia peronista anunciaron una manifestación frente a la Casa Rosada, sede del gobierno, en respaldo a Fernández. Sin embargo, ésta fue cancelada por petición del mismo presidente.
El mandatario enfrenta una crisis en su gabinete, luego de la debacle electoral que sufrió el domingo la coalición gobernante Frente de Todos en las primarias de los comicios del 14 de noviembre en los que se renovará parcialmente el Congreso.
Cinco ministros y otros altos funcionarios kirchneristas pusieron sus cargos a la disposición, en lo que los analistas interpretan como una presión de la vicepresidenta sobre Fernández para obligarlo a modificar el gabinete y desprenderse de algunos de sus colaboradores de mayor confianza, como el jefe de gabinete Santiago Cafiero.
Al final de la jornada, el presidente se retiró a la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, sin hacer declaraciones ni anunciar si aceptará las renuncias ministeriales.
“Como es difícil que exista una negociación franca entre el presidente y la vice, entonces todo es complejo, porque a esta altura ambos se desconfían y creen que el otro o la otra se guarda cartas en la manga”, describió el analista político Carlos Fara.
Conjurar la crisis
En recesión desde 2018, Argentina atraviesa una crisis económica que se vio agravada por la pandemia del covid-19. Para amortiguar los efectos de la parálisis de la economía por las restricciones sanitarias, el gobierno realizó fuertes emisiones de dinero, especialmente en 2020.
A sus elevados índices de pobreza y desempleo, Argentina suma una de las tasas de inflación más altas del mundo (32% de enero a agosto) y tiene pendiente una deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.
El próximo 22 de septiembre debe pagar al FMI un vencimiento de capital por 1.900 millones de dólares y en diciembre otro también por 1.900 millones.
En ese contexto, Fernández recibió el miércoles el apoyo explícito de varios gobernadores peronistas y del Movimiento Evita, una de las más importantes organizaciones de base del oficialismo que se manifestará a su favor este jueves en la Plaza de Mayo.
Rechazo en las urnas
El gobierno de Fernández, que se encuentra a mitad de su mandato, quedó duramente golpeado por la debacle electoral sufrida en las primarias el domingo, en las que el Frente de Todos consiguió apenas 31% de los votos a nivel nacional, un resultado inesperado que mostró un rechazo mucho más amplio de lo que se preveía.
La coalición de centro-derecha Juntos, del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), obtuvo 40% de los sufragios a nivel nacional y le sacó una ventaja de cinco puntos al oficialismo en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista y donde también pusieron a disposición su renuncia los ministros del gobernador Axel Kiciloff.
Al ser de voto obligatorio, las primarias se convierten en una suerte de encuesta a escala real. En este caso, el resultado hace temer al gobierno por su mayoría en el Senado y aleja la posibilidad de lograrla en la Cámara de Diputados.