En sus primeras declaraciones desde que cinco ministros kirchneristas renunciaran a su gabinete, el presidente argentino Alberto Fernández afirmó que “la gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido” y sostuvo que “no es este el tiempo de plantear disputas que nos desvíen de ese camino”.
Mediante su cuenta social Twitter, el mandatario agradeció los apoyos recibidos desde autoridades afines y colectivos ciudadanos que habían convocado protestas -ahora canceladas por petición del mismo presidente-, sin confirmar si aceptaría o no las dimisiones de los integrantes de su gabinete.
Las renuncias ocurrieron luego de que el oficialismo perdiera las primarias del domingo para definir candidatos legislativos para las elecciones del 14 de noviembre próximo, y son interpretadas en el país vecino como una presión de la vicepresidenta Cristina Fernández sobre el mandatario.
En tanto, este jueves manifestantes de organizaciones sociales de izquierda no afines con el Gobierno de Alberto Fernández protestan en la capital de Argentina hacia la sede del Ministerio de Desarrollo Social, a donde ya habían marchado en forma masiva hace un mes atrás, luego de que el titular de esa cartera cambiara a Juan Zabaleta.
Las manifestaciones sociales se han incrementado este año en Argentina, ante la crisis económica que atraviesa el país profundizada por la pandemia de covid-19 y ante la celebración de elecciones legislativas.
Argentina registra una inflación interanual del 51,4 % en agosto pasado, caída del empleo y una pobreza que ya había trepado al 42 % en el segundo semestre de 2020, luego de que la economía sufriera el año pasado la segunda caída más profunda desde 2001 -9,9 %- acumulando tres años en recesión.