Un juez de la Corte Suprema de Brasil determinó este jueves la apertura de una nueva investigación penal contra el presidente Jair Bolsonaro, por divulgar informes secretos de la Policía Federal en el marco de su campaña de descrédito contra el actual sistema de votación.
La decisión fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes, que el miércoles de la semana pasada ya incluyó al Mandatario en otro proceso relacionado con la difusión masiva de noticias falsas y ataques a la instituciones democráticas.
Bolsonaro lleva semanas inmerso en una cruzada para deslegitimar las urnas electrónicas que Brasil utiliza en sus elecciones desde 1996, pero que el jefe de Estado asegura, sin pruebas, que son una fuente de “fraudes”.
Para justificar su tesis, el capitán retirado del Ejército hizo públicos en sus redes sociales varios documentos sigilosos de la Policía incluidos en una investigación sobre un ataque informático a los sistemas del Tribunal Superior Electoral (TSE) ocurrido en 2018.
Por esta razón, el TSE, que es la máxima autoridad electoral del país, solicitó al Supremo el lunes pasado que Bolsonaro fuera investigado, pues considera que el comportamiento del presidente pudiera configurar un delito por “divulgar, sin una causa justificada, informaciones secretas o reservadas”.
Además del gobernante, De Moraes también incluyó entre los investigados al diputado bolsonarista Filipe Barros y al comisario Vitor Feitosa, que era el encargado de conducir la investigación filtrada.
“Los datos jamás podrían haber sido divulgados sin la debida autorización judicial”, afirmó De Moraes, que también integra el TSE, en su decisión.
Asimismo, ordenó la suspensión del citado comisario y la eliminación de los enlaces publicados por Bolsonaro para que cualquier usuario pudiera descargarse los informes del caso que transcurría bajo secreto de sumario.
De Moraes consideró que este asunto está relacionado con el proceso que investiga la existencia de supuestas “milicias digitales” de ultraderecha que usan las redes para socavar la imagen de la democracia, en el cual también figura Bolsonaro como sospechoso.
Entre otras graves acusaciones, Bolsonaro llegó a afirmar que el TSE busca favorecer de cara a 2022 al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, claro favorito para las elecciones de ese año, por delante del líder ultraderechista, según las encuestas.
Los ataques del jefe de Estado han desatado una grave crisis institucional entre los poderes que amainó el martes cuando el pleno de la Cámara de Diputados enterró por mayoría la propuesta para cambiar el sistema de voto electrónico que exigía Bolsonaro.
El mandatario defiende un sistema mixto de votación con urnas electrónicas y papeletas, pero el Congreso rechazó esa iniciativa y zanjó el tema con vistas a los comicios de 2022.