La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil pidió este lunes a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro por su “política anti-indígena”, a la que califican de “genocidio” y “ecocidio”.
Los indígenas brasileños ya han interpuesto otras denuncias contra Bolsonaro en la CPI, pero esta es la primera vez que lo hacen con abogados indígenas.
Así lo explicó en un comunicado la APIB, que reúne a varias organizaciones que defienden los derechos de los pueblos originarios.
“Creemos que están en curso en Brasil actos que configuran crímenes contra la humanidad, genocidio y ecocidio. Dada la incapacidad del actual sistema de justicia en Brasil de investigar esas conductas, denunciamos esos actos ante la comunidad internacional”, declaró Eloy Terena, coordinador jurídico de la APIB.
La denuncia está basada en relatos de líderes y organizaciones indígenas, documentos oficiales, investigaciones académicas e informes técnicos.
Según la APIB, “muestran el planeamiento y la ejecución de una política anti-indígena explícita, sistemática e intencional encabezada por Bolsonaro”.
Los indígenas denuncian que los mineros y madereros ilegales en las reservas son uno de los principales factores de contagio del coronavirus. La covid-19 deja 1.166 muertos entre los casi 900.000 indígenas que viven en Brasil.
Críticas contra Bolsonaro
Desde que llegó al poder, Bolsonaro ha defendido la apertura de tierras indígenas y áreas protegidas de la Amazonía.
Son terrenos muy golpeados por la deforestación y la minería ilegal, para la explotación de recursos de Brasil.
En los últimos meses, en el Congreso han acelerado la tramitación de varios proyectos de ley vistos como amenaza para los indígenas.
Entre ellos, uno que cambia las reglas para la demarcación de tierras indígenas, que tras ser aprobado en la Cámara debe ser votado en el Senado.
La denuncia hace hincapié en la reducción, durante el actual gobierno, de los recursos de los organismos de control, lo que “desencadenó invasiones en las Tierras Indígenas, deforestación e incendios en los biomas brasileños y aumento” de la minería ilegal en sus territorios.
En enero, el cacique Raoni Metuktire, pidió a la CPI que investigue a Bolsonaro por “crímenes contra la humanidad”. Esto, además de “perseguir” a los indígenas, destruir su hábitat e ignorar sus derechos.
La CPI no está obligada a dar curso a las miles de denuncias presentadas ante su fiscal, que decide de manera independiente.