Con un retraso de casi tres horas, al borde de la medianoche del jueves 29 de julio, juramentó el primer gabinete ministerial, pero finalmente el estratégico Ministerio de Economía y el de Justicia quedaron sin nombramientos.
La demora y los dos ministerios vacantes son consecuencia de la primera crisis del gobierno recién estrenado, producida por la sorpresiva designación como jefe del gabinete ministerial del congresista Guido Bellido, dirigente del partido oficialista Perú Libre.
El nombramiento de Bellido fue muy cuestionado por la derecha, que lo acusa de radical y cercano al terrorismo del pasado, pero también por sectores que apoyan al izquierdista Castillo, que le cuestionan a Bellido sus críticas a la centroizquierda y sus expresiones homofóbicas y machistas.
Francke dio marcha atrás
El economista Pedro Francke, ligado a la centroizquierda y principal asesor económico de Castillo, se bajó del ministerio de Economía en el último momento luego de la designación de Bellido. Eso dejó instalada una gran incertidumbre.
En Relaciones Exteriores fue designado el sociólogo Héctor Béjar, doctor en sociología de 85 años, fundador en 1962 el Ejército de Liberación Nacional, grupo guerrillero inspirado en la revolución cubana, que operó en la selva peruana hasta que fue derrotado militarmente un par de años después. Apostaría por la integración regional y un acercamiento a gobiernos progresistas.
Detenido en 1966 y tras casi cinco años preso, Béjar fue indultado por el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, de quien pasó a ser colaborador.
La vicepresidenta Dina Boluarte ocupará el Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social. Es un gabinete con solo dos mujeres de diecisiete ministros ya nombrados y con muchos rostros desconocidos.