El presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, rechazó este viernes un llamado de militares retirados para que las Fuerzas Armadas impidan que el izquierdista Pedro Castillo sea eventualmente proclamado ganador de las elecciones del 6 de junio.
“Es inaceptable […] que un grupo de personas retiradas de las Fuerzas Armadas pretenda incitar a los altos mandos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea para que quebranten el Estado de Derecho”, dijo Sagasti en un mensaje por televisión.
Cientos de oficiales jubilados suscribieron una carta que, haciendo eco de las denuncias de “fraude” de la candidata derechista Keiko Fujimori, pide a los jefes de las Fuerzas Armadas que impidan que el nuevo presidente sea proclamado de “manera ilegal e ilegítima” por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
“En una democracia las Fuerzas Armadas no son deliberantes, son absolutamente neutrales y son escrupulosamente respetuosas de la Constitución”, expresó Sagasti, quien debe traspasar el mando al nuevo presidente el 28 de julio.
La carta de los oficiales fue entregada el jueves en la sede del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en Lima, mientras el país está en vilo a la espera de que el JNE resuelva las impugnaciones de votos, mayoritariamente presentadas por Fujimori, y proclame al vencedor.
“He solicitado a la señora ministra de Defensa [Nuria Esparch] coordinar el envío de estas cartas al Ministerio Público para que […] realice las investigaciones necesarias para determinar posibles conductas lesivas al orden constitucional y establezca las respectivas responsabilidades”, dijo Sagasti.
El escrutinio del 100% de las mesas de sufragio culminó el martes y dio un 50,12% a Castillo, con 44.000 votos de ventaja sobre Fujimori.
La misiva de los oficiales, que sigue a otra semejante divulgada el lunes por 64 generales y almirantes retirados, afirma que “altas autoridades del gobierno” han tomado “parte a favor” de Castillo, lo que fue negado por Sagasti.
Fujimori ha insistido en denunciar fraude en el balotaje desde que Castillo pasó adelante en el escrutinio, pero sin aportar pruebas contundentes. En cambio, los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijeron que la votación fue limpia, sin “graves irregularidades”.
Tres días después de los comicios, las Fuerzas Armadas pidieron a los peruanos “respetar” el resultado de las elecciones.
Sagasti llamó a su vez a no poner “en peligro” a la democracia, que “nos ha tomado mucho tiempo y esfuerzo construir […] a lo largo de nuestros turbulentos 200 años de vida republicana”.