Nicaragua defendió los arrestos de varios dirigentes opositores, incluido el de cuatro aspirantes a la Presidencia y dos históricos exguerrilleros.
Además, se exigió la “no injerencia de cualquier Gobierno extranjero” en sus asuntos internos.
El Gobierno de Daniel Ortega advirtió que verá “como un ataque frontal” a su soberanía cualquier intento “de socavar una investigación” contra los líderes opositores detenidos en los últimos días.
El Ejecutivo afirmó no ser “una amenaza para ningún país del mundo”. Demandó el cese de las sanciones internacionales que, según dijo, en tiempos de pandemia “eleva su ilegalidad al nivel de crimen de lesa humanidad”.
También se quejó de que “se está desarrollando un ataque implacable y sin precedentes en contra del pueblo de Nicaragua”.
OEA abordará la situación de Nicaragua
Ese mensaje se da en medio de los reiterados llamados de la comunidad internacional para frenar los arrestos de opositores en Nicaragua.
También, a un día de que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebre una sesión virtual extraordinaria. Esta, para “abordar la situación en Nicaragua”, a solicitud de Brasil, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y Perú.
México se sumó este lunes a la lista de países que expresó su preocupación por las detenciones perpetradas en Nicaragua.
“El país siguió con preocupación las recientes acciones desplegadas por el Gobierno de Nicaragua”, expresó la Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores.
“Se hizo saber al Gobierno de Nicaragua su preocupación por la integridad y libertad de los detenidos”, concluyó.
Advierte a Gobiernos de “ataque frontal”
La Policía de Nicaragua arrestó este fin de semana a seis disidentes sandinistas, incluidos los exguerrilleros Dora María Téllez y Hugo Torres, y al exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco.
También mantiene bajo arresto a los aspirantes presidenciales de la oposición Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García.
Doce de los trece opositores detenidos son investigados por “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos” contra el Gobierno de Ortega.
“Cualquier intento de un actor nacional o extranjero de socavar una investigación, también debe considerarse en el contexto de la legislación vigente. Debe ser percibido como un ataque frontal contra el Estado de Derecho y la libre autodeterminación en Nicaragua”, señaló.
“Nicaragua no representa amenaza”
Asimismo, el Gobierno aseguró que como “buen vecino y miembro de la comunidad internacional, Nicaragua no representa una amenaza para ningún país”.
“Por el contrario, Nicaragua siempre ha tenido como objetivo establecer relaciones bilaterales basadas en el respeto mutuo y la cooperación”, agregó.
En el documento, se resaltó que “Nicaragua es un aliado clave en la lucha contra el narcotráfico”, y que “no contribuye a la migración irregular”.
También rechazó las sanciones establecidas por Estados Unidos y otros países contra decenas de familiares, empresas y allegados al presidente, señalados de supuestamente estar involucrados en actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
“Nicaragua exige que sean eliminadas todas las medidas unilaterales impuestas a países, instituciones o individuos. Reiteramos que la aplicación de tales medidas en tiempos de pandemia eleva su ilegalidad al nivel de crimen de lesa humanidad”, advirtió.
Los arrestos de líderes opositores disparó la alarma de organizaciones políticas y de defensa de los derechos humanos de todo el mundo.