Bolivia y Chile anunciaron este viernes que trazarán una hoja de ruta para recomponer la compleja relación bilateral sin incluir la cuestión marítima, aunque el Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, aclaró que esa demanda es “irrenunciable”.
“Con la finalidad de iniciar un diálogo orientado a la construcción de confianza mutua” los Gobiernos de Bolivia y Chile “hemos venido explorando diversas iniciativas de interés recíproco”, informó el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, en una conferencia en La Paz.
El ministro de Relaciones Exteriores aclaró que esa nueva puesta de diálogo se abre sin que Bolivia deje de lado su “posición histórica e irrenunciable por la reivindicación marítima”.
El diálogo fue también confirmado en paralelo por el canciller chileno, Andrés Allamand.
La relación bilateral con el país vecino está suspendida a nivel de embajadores desde 1962, con un breve paréntesis entre 1975 y 1978, a causa de la histórica controversia por el reclamo marítimo boliviano.
Tras la guerra del Pacífico en 1879, Bolivia perdió unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.
Durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet las relaciones mejoraron un poco, pero en 2013 el entonces presidente boliviano, Evo Morales, demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, la cual determinó en 2018 que Chile no tenía obligación legal de negociar con Bolivia.
Pese al fallo, las autoridades bolivianas consideraron que la CIJ también señaló en su sentencia que aunque Chile no tenga esa obligación, eso no supone un impedimento para que ambos países dialoguen.
El presidente Luis Arce reiteró el pasado 23 de marzo, Día del Mar en Bolivia, que la centenaria reclamación marítima es una cuestión “abierta y pendiente” y que retomará las políticas establecidas durante el Gobierno de Evo Morales en busca de un acercamiento con Chile para solucionar el problema.
En su anuncio de este viernes, Mayta destacó que ambos países coinciden “en que el diálogo constructivo es el instrumento idóneo para el entendimiento e integración”.
“La cooperación bilateral ayuda eficazmente a la convivencia pacífica, que el diálogo intercultural contribuye al necesario conocimiento de los pueblos y que el comercio y las inversiones son una herramienta para alcanzar el progreso económico y social de nuestros países”, concluyó.
La hoja de ruta acordada entre Bolivia y Chile a desarrollar este 2021 incluye temas como la complementación económica, el libre tránsito, límites, integración física, cultura, medioambiente, turismo, educación, ciencia, tecnología e innovación, cooperación y recursos hídricos transfronterizos.