Personalidades del mundo político y académico en América Latina firmaron una declaración exhortando al presidente Joe Biden, que cierre la prisión de Guantánamo.

En concreto, son 83 los firmantes de este documento
. En este se respalda la reciente petición de 24 senadores del Partido Demócrata pidiendo el cierre del centro de detención establecido en 2002 en la base naval de Guantánamo, Cuba.

“Entendemos que esa solicitud de los legisladores apunta a reivindicar el respeto a la ley, la centralidad de los derechos humanos y de la democracia en la política interna e internacional de Estados Unidos”, indicó la carta.

El documento fue firmado por los excancilleres Susana Malcorra (Argentina), Celso Amorim (Brasil), Antonio Aranibar (Bolivia), José Miguel Insulza (Chile), entre otros muchos.

“Sin embargo, tal decisión trascendería la dimensión local. Enviaría un claro y significativo mensaje al mundo y a América Latina en particular, en cuyo territorio se encuentra establecida esa prisión”, continúa el documento.

Los firmantes, constituidos como Mesa de Reflexión Latinoamericana, considera que el cierre de Guantánamo “contribuiría a crear un nuevo espacio de conversación en el continente americano”.

La postura favorecería el diálogo en temas como el fortalecimiento de la democracia y el respeto de los derechos humanos. A lo anterior se suma la desigualdad, la cooperación y la reestructuración del sistema interamericano, según la carta.

Centro de detención “vergonzoso para el mundo”

La petición de este grupo se apoya también en las conclusiones de un grupo de expertos de Naciones Unidas (ONU). “Para quienes los cuarenta detenidos que aún viven allí se encuentran en lo que denominan un limbo legal, fuera del alcance del sistema judicial constitucional estadounidense”.

Los relatores de la ONU calificaron ese centro de detención como “vergonzoso para el mundo” y urgieron el gobierno estadounidense que comenzará en unos días a cerrar de inmediato ese sitio.

“Los detenidos que quedan en esa cárcel corren el riesgo de morir por el rápido deterioro de la salud. Esto. además los daños físicos y mentales sufridos por condiciones crueles e inhumanas de encarcelamiento”, señala el informe de la ONU que cita se cita en la carta.

El expresidente estadounidense, Barak Obama, hizo del cierre de la base una de sus prioridades como presidente. Aunque no logró su objetivo, consiguió vaciar parte del penal al transferir a un total de 196 detenidos a terceros países.

Ya durante la campaña para las elecciones de 2016, Donald Trump se mostró contrario a las transferencias de presos. Al contrario, prometió mantener y ampliar esa cárcel para llenarla -dijo- de “tipos malos”.