El profesor Pedro Castillo, de izquierda radical, y la candidata de la derecha populista Keiko Fujimori, prácticamente aseguraron asegurar su pase a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú.
Con el escrutinio de más del 90% de los votos por la oficina nacional electoral (ONPE), Castillo iba adelante con 18,96% de los sufragios, seguido de Fujimori con 13,28%.
La hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori finalmente superó al economista de derecha Hernando de Soto (11,80%), que por momentos parecía acceder al balotaje. El empresario de ultraderecha Rafael López Aliaga (11,78%), marchaba en cuarto lugar.
Castillo y Fujimori deberían medirse en una segunda vuelta el 6 de junio.
Los resultados oficiales tras el conteo de todos los votos en primera vuelta no serán sin embargo conocidos sino a inicios de mayo, según el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
El nuevo gobernante peruano asumirá el poder el 28 de julio con el reto de superar la emergencia sanitaria que no da tregua, con cifras récord de contagios y decesos en los últimos días, una profunda recesión económica y una crisis política que vio desfilar a cuatro mandatarios desde 2018.
“El cambio y la lucha recién comienzan”, dijo Castillo, que durante la campaña prometió cambios profundos y “no parches o reformas” como proponían, según él, los otros candidatos de izquierda.
Este maestro de escuela de 51 años salió del anonimato en 2017 al dirigir a miles de colegas en una prolongada huelga nacional, pero solo comenzó a figurar con posibilidades en los sondeos hace ocho días, tras recorrer silenciosamente el país y tener buen desempeño en los debates electorales por televisión.
La presencia del candidato de izquierda en la segunda vuelta fue celebrada por el exmandatario boliviano Evo Morales.
Pedro Castillo ganó “con nuestra propuesta”, dijo Morales en su feudo del Chapare, acotando que ya tuvo contacto con el profesor.
“Con Castillo tenemos una izquierda antiestablishment, conservadora en lo social y que rechaza la economía de libre mercado”, dijo a la AFP el politólogo Carlos Meléndez, quien anticipa un “balotaje complicado”.
Bajo la lupa de la Fiscalía
Keiko Fujimori, de 45 años, que se postula por tercera vez a la presidencia -perdió dos balotajes ante Ollanta Humala en 2011 y Pedro Pablo Kuczynski en 2016- parte esta vez en una posición más comprometedora, por las acusaciones de corrupción que pesan en su contra.
La fiscalía la investiga por el escándalo del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, que también salpicó a cuatro expresidentes peruanos.
La fiscalía quiere llevarla a juicio y anunció el 11 de marzo que pedirá una pena de 30 años de prisión por los presuntos delitos de “crimen organizado, lavado de activos, obstrucción a la justicia”.
De ganar la presidencia, solo podría ser enjuiciada al finalizar su mandato de cinco años.
“Antivoto”
Entre Castillo y Fujimori se anticipa “una segunda vuelta polarizada”, dijo el jefe de Ipsos Perú, Alfredo Torres.
“Ambos tienen bastante antivoto. Hay un sentimiento antifujimori en un sector de la población y en otro hay un sentimiento anticomunista”.
“El anticomunismo se debe a la experiencia terrible con [la guerrilla maoísta de] Sendero Luminoso […] y en alguna medida también se debe a la evidencia del fracaso del régimen chavista en Venezuela”, indicó Torres a la AFP.
“En Perú hay un millón de emigrantes venezolanos y eso lo perciben como una mala señal los peruanos”, añadió.
Para Meléndez “va a ser una segunda vuelta de dos antivotos: el antifujimorismo y el histórico anticomunista”.
Pero además habrá un enfrentamiento geográfico, según el politólogo: “La elección deja una división Lima/costa norte versus el resto del país andino y rural”.
Los peruanos salieron a votar el domingo para poner fin a un convulso quinquenio en un país sin partidos políticos fuertes y donde las figuras pesan más que la ideología.
En total, 18 candidatos estaban en liza por la presidencia sin ningún favorito.
Además del presidente, los 25 millones de votantes debían renovar los 130 escaños del Parlamento, epicentro de las numerosas crisis recientes.
La última, en noviembre de 2020, llevó a Perú, sacudido por una inestabilidad institucional crónica, a tener tres presidentes en una semana.
A semejanza de los comicios presidenciales, el escrutinio para la elección del Congreso unicameral era encabezado por los partidos de Pedro Castillo (Perú Libre) y de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) con 16,7% y 12,3%, respectivamente, según los primeros resultados parciales.